domingo, 5 de enero de 2014

¿Realizó Mao y el maoísmo chino una revolución socialista en China?







Por K B


No. Luego del golpe de Estado en la Unión Soviética que llevó al poder a una burocracia encabezada por Stalin, se impuso a los partidos comunistas del mundo, especialmente a los llamados del "tercer mundo", la idea de una etapa previa al socialismo.
Es con esas convicciones que Mao dirigió al Partido Comunista Chino a una "revolución democrático-popular" que, en esencia, tenía por objeto desarrollar el capitalismo.
Debemos recordar que en 1946, Stalin, dispuesto a mantener el Pacto con Roosevelt y Churchill, propone al PC-Ch, aceptar un gobierno de coalición con el Kuomingtan (KMT). Es más, Stalin envía tropas a la Manchuria para posibilitar el control del KMT en esa región, lo que genera una respuesta entre los frentes armados comunistas, que se unen para formar el Ejercito de Liberación Nacional.

Mientras, traicioneramente, las tropas de Stalin desmantelaban las industrias en la Manchuria, para llevarlas a Rusia, el ELN avanza a Pekín, Shangai y Cantón, las provincias más industrializadas de China y, al triunfar militarmente gracias al decidido apoyo de los obreros, el 1º de Octubre, Mao proclama la República Popular China, con la fuerte presencia de burgueses en el poder.

¿Porqué China no se integró a la URSS?

Al producirse la revolución china, la URSS ya se había expandido hasta Alemania del Este, pero lejos de ser esta una unión de repúblicas socialistas, era una asociación de países integrados a la fuerza al dominio de la burocracia rusa que decidía por los pueblos de cada uno de los países vinculados a la fuerza. Es el nacionalismo, creado por la burocracia estalinista, la que niega a China un acceso democrático a lo que muchos consideraban un imperio ruso. Por su parte, China, que se suponía en una etapa “democrático-popular” no sentía que debía formar parte de las “repúblicas socialistas”. Es aquí que las teorías estalinistas de “revolución por etapas” y de “socialismo en un solo país”, colapsan y dan origen a serias confrontaciones entre Rusia y China que tuvieron amagos militaristas.

Revolución de ‘nueva democracia” (burguesa)

Es en 1952, cuando a raíz de masivas huelgas obreras contra la "nueva democracia" (burguesa), que recién se depura el Estado Chino y se proclama el socialismo. Paradójicamente, los principales dirigentes de ese movimiento son apresados y condenados a muchos años de cárcel.
La implantación burocrática-vertical del socialismo, al estilo de Stalin en la URSS, genera resistencia especialmente en las grandes ciudades, poniendo en riesgo la jefatura de Mao. Es allí que el partido chino se dogmatiza y acusa de traición a quienes ponen en duda el liderazgo de Mao.
Usando la masa estudiantil contra los trabajadores, se orquesta la "revolución cultural", cuyo objeto aparente será cuestionar la cultura "occidental", pero que resultó una gigantesca cortina de humo para ocultar masivos abusos y crímenes de Estado, que llevaron a una cantidad aun no establecida de muertos (algunos señalan más de 10 millones de asesinatos políticos) y millones de deportados, entre trabajadores y estudiantes, enviados al campo (verdaderos campos de concentración) para ser "proletarizados" por …¡los campesinos!

Maoísmo pragmático, alejado de la dialéctica

Al morir Mao, demostrando la verticalidad de su dictadura, algo que no tiene nada que ver con el socialismo revolucionario marxista, cuya democracia debe ser horizontal, el Partido quedó a la deriva, optando por el pragmatismo que el propio Mao aplicó al final de su vida. Un pragmatismo alejado de las cimientes de la filosofía y la lógica dialéctica marxista.
"No importa de qué color sea el gato si es que sirve para cazar ratones", fue la frase usada por Deng Tsiao Ping, para ensanchar la base capitalista que hoy explota a los trabajadores chinos convirtiéndolos en nuevos esclavos de un poder que no es más que secuela del verdadero "pensamiento Mao".
El nuevo y enorme proletariado chino, tiene hoy la oportunidad en sus manos: superar ese maoísmo y volver a las fuentes del socialismo revolucionario, la luz roja al final del espantoso túnel por el que ahora atraviesa la humanidad entera.

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