Por una feliz Navidad y un nuevo año 2014 nuestro, de lucha y victorias.
Celebrar el nacimiento de Cristo, hecho hombre de carne y hueso, es ratificar nuestra lucha por la verdadera justicia, es reafirmar con mucha humildad, nuestra inmensa solidaridad y amor por los que menos tienen, por los más incomprendidos, por nuestros niños que en su mayoría son excluidos, y todo aquello plenamente humano. Esta lucha y esperanza, son más fáciles de digerir, cuando uno sabe que no está solo, que hay una columna de hombres y mujeres en el Perú y en el mundo, con los que muchas veces nos comunicamos por este medio, que estamos prestos a dar nuestra cuota incondicional, por un verdadero y profundo cambio, y eso es lo más importante.