Esta semana tenemos el honor de presentar algunas frases, que en vida hiciera célebres el gran pensador anarquista peruano de fines del siglo XIX, Don Manuel Gonzales Prada. El pertenece a nuestra historia como uno de los personajes más importantes que han concurrido a la formación del pensamiento de la izquierda peruana y latinoamericana. Prometemos que, más adelante haremos un merecido homenaje a Don Manuel.
En la vejez se
capitula, en la juventud se combate.
Frases de Combate
A cielo y tierra
estremecen los espasmos de ternura.
La muerte unas veces
nos deja morir y otras nos asesina.
La Naturaleza no
aparece injusta ni justa, sino creadora.
No me pidas una flor,
que en el jardín y el vergel eres tú la flor mejor.
Por la campiña olorosa,
bajo el Sol de la mañana ¿Adónde vas tan hermosa?
Donde no hay justicia,
misericordia, ni benevolencia, no hay civilización.
Para elevar el espíritu
de una prensa no hay remedio mejor que libertarla.
Más que un rebaño, las
muchedumbres son gigantes encadenados con telarañas.
Te amaré con alma y
vida, aunque niegues mi dulzura al sentirte más querida.
La justicia consiste en
dar a cada hombre lo que legítimamente le corresponde.
A tus uñas de acero
saca filo el amor: por eso tus rasguños van siempre al corazón.
El estilo no es más que
sangre de las ideas: a organismo raquítico, sangre anémica.
(...) Es que Francia,
por su carácter cosmopolita, siembra para que la tierra coseche.
El indio se redimirá
merced a su esfuerzo propio, no por la humanización de sus opresores.
En la hoguera del
sentir consumamos el vivir, pues se goza con morir, si se muere por amor.
Con esos labios de
rosa, con ese talle de liana ¿Adónde vas tan hermosa que pareces una diosa?
Era un pájaro de nieve:
con su inefable cantar, derramaba en tristes pechos alegría sin igual.
Nada corrompe ni malea
tanto como el ejercicio de la autoridad, por momentánea y reducida que sea.
Las autoridades
políticas, lejos de apoyar a débiles y pobres, ayudan casi siempre a ricos y
fuertes.
¿Qué persigue un
revolucionario? Influir en las multitudes, sacudirlas, despertarlas y
arrojarlas a la acción.
Entre tanto, y por
regla general, los dominadores se acercan al indio para engañarle, oprimirle o
corromperle.
Con la palabra sucede
lo mismo que con el agua: estancada, se corrompe; movida y agitada, conserva su
frescura.
excelentes frases de inolvidable González Prada.
ResponderBorrar