PERUVIAN PARADE, EN LOS APETITOS POLITICOS

Por Manuel Cunza García

Que las ánforas hablen

Que la voluntad del

Pueblo prime

M. Cunza

Los apetitos políticos para devorar a la Peruvian Parade Inc. no solo son historias de nuestros tiempos. Son tan antiguos como la institución misma. Durante las primeras renovaciones de las Juntas Directivas, cuando quedó demostrado el acierto de su fundación, con el respaldo mayoritario de la comunidad peruana, se decía por ahí que el partido de Haya de la Torre habría “acordado la captura” de la institución de los peruanos, cosa que no pudo concretarse debido, al parecer, a la poquita politización de nuestros compatriotas que soslayaron esa intención, eligiendo periódicamente directivas, en que más primó el sentimiento nacionalista, manifestado en nuestra PARADA PERUANA.

Sin embargo, era desde entonces, la Parada Peruana, el escenario oportuno y gratuito para exhibición de personajes ligados al bipartidismo político de esta gran nación. Era, y hasta tiempos actuales, la Parada Peruana una vitrina en la que se exhiben candidatos y personajes políticos, que lo único que nos ofrecen, es la adulación y amistad a nuestros dirigentes –“lideres”. Un halago intranscendente, que en nada ha beneficiado a nuestra comunidad y sus instituciones. Así han pasado muchos años de Peruvian Parade, hasta el año 2011, en que después de una actitud tímida políticamente, se pasa a la abierta participación política, cuando se permite desfilar al entonces candidato en campaña Alejandro Toledo, habiéndosele negado ese mismo año, la participación de la candidata presidencial del fujimorismo.

Con el ascenso a la presidencia del actual presidente institucional, dicho sea de paso, a propuesta de quien escribe esta nota, se despejó toda duda al abrirse la institución a la actividad política partidaria, con la facción menos contaminada del aprismo. Fue entonces cuando pongo este hecho al conocimiento de la comunidad peruana con un artículo titulado: “La Peruvian Parade se politiza” (Paginas Libres 2013). Este primer periodo de aprismo, se dedica al afianzamiento político, que concluye con la nominación como Gran Mariscal de la parada, de la Sra. Mercedes Araoz, conocida en el Perú, como “Miss Bagua”. Este hecho, marcó la definitiva politización de la institución mas grande y representativa de los peruanos en estos lares.

A escasos días de las elecciones, para renovar cargos de dirección en Peruvian Parade se ha declarado ya la guerra política, entre los actuales que defienden su permanencia y el fujimorismo que pugna por desplazarlos, iniciando con la compra de votos (a $10.00 por cabeza), sin que se sepa quien pagó, por ejemplo, $1,800.00 por 180 fichas de inscripción, que pretendían imponer abiertamente a un exfideicomisario, a sabiendas que este acto es y debe ser personal y voluntario. Esto nos da la razón: los operadores del fujimorismo pretenden solucionar todo en base del poder económico.

Este es el panorama en el que se dará la lucha política para ganar la dirección de Peruvian Parade, cuyas elecciones están programadas para el 15 de diciembre. Por un lado, ya se tiene un candidato definido, el Dr. Carlos A. Tello pero, en el bando contrario, aun el candidato aun está bajo la manga, aunque se vocean a 3 pretendientes. Ya no hay pues nada por ocultar al interior de la institución que se constituye en botín político, que le serviría a la plancha ganadora, como un trofeo que alentará las próximas elecciones generales en nuestro país (esto lo decimos en otra nota de esta misma edición). He ahí, la importancia de estas elecciones.

Es así como se construye la historia de nuestra comunidad, reflejada políticamente en nuestra institución.