Marcha de apoyo a Madura, el 22 de febrero, completamente ignorada por los medios de derecha |
La “democrática” prensa de derecha, que da la
vuelta al mundo, hoy fustiga a la izquierda que apoya al gobierno de Nicolás Maduro que
está que hace frente a las movilizaciones que buscan derrocarlo.
Periodistas que antes aplaudieron el pinochetazo y que han soplado al cielo o
mirado de costado cuando EEUU forzó golpes de Estado como en Honduras y en
Paraguay.
Con el mayor cinismo estos medios
condenan a la izquierda de haber perdido su vocación por la libertad de protesta
al apoyar la supuesta violencia represiva de parte del Estado llanero.
Pero, no hay que dejarse
sorprender por los medios que aluden a una “protesta social”. Es que los
supuestos protestantes, no expresan su descontento sobre la situación
económica, mucho menos sobre la violencia delincuencial que golpea feamente a
Venezuela. Lo dicen claramente los cabecillas del movimiento, y lo repiten las
esferas oficiales que odian al gobierno chavista, que lo que quieren es el
derrocamiento de Maduro.
Ese es el verdadero objetivo de
los golpistas: conseguir por la fuerza lo que no obtienen por medio de los
votos. Ese es el caso específico del ahora líder de la oposición violentista, Leopoldo López, hoy sometido al poder judicial por
voluntad propia y según lo expresado por su esposa, que se entregó para posibilitarse la protección del
Estado ya que temía por su vida.
López, quien con el apenas 51% de
votos alcanzó la alcaldía de Chacao, en el 2000, es un conocido “troublemaker”, busca líos. Fue
expulsado de Primero Justicia, en 2006, partido del que fue fundador debido a
su intento de controlar las elecciones internas de su partido. Luego fue
expulsado, en 2009, del partido Un Nuevo Tiempo, acusando a la dirigencia no
permitirle su liderazgo.
López, quien ha estudiado su
carrera profesional en EEUU, participando en grupos de extrema derecha en ese
país, estuvo involucrado en actos de alto grado de violencia en el golpe
de Estado que derrocó a Hugo Chávez en 2002.
De acuerdo a informes de
Wikileaks, donde se le menciona en 72 oportunidades, López
coordina directamente con el Funcionario de política de la Embajada de EEUU en
Venezuela. También se reporta reuniones del opositor con el senador
estadounidense, Ron Widen con quien, de acuerdo al cable, discutió
“posibles estrategias de medios y métodos para llegar a la opinión pública
norteamericana”.
López, está
calificado como permanente divisionista, sostienen miembros de la propia
oposición venezolana, aludiendo al hecho de serias discrepancias entre
Capriles, una figura mayor en la oposición. Tomás Guanipa, Secretario General
del Partido Primero Justicia, uno de los más activos opositores, le pidió a López
respetar la mesa de unidad, sus acuerdos y consensos, “no debemos seguir dividiéndonos,
no podemos ir por la vida peleando con todo el mundo, como si manejáramos un
carro que atropella a todos los coches que se le cruzan en el camino”.
Ese es el líder que
impulsa ahora los actos de violencia y muerte en Venezuela y que en las pasadas
elecciones de diciembre pasado volvió a presentarse como candidato a la alcaldía del
Chacao en la que su oponente sacó el 82% de los votos. López quiere
el poder político que no puede conseguir mediante los votos. El es la madera de
dictador a lo Trujillo, Pérez Jiménez, Somoza, Batista, Pinochet, Videla y tantos dictadores que han
ensangrentado y abierto las venas de América Latina. Por eso es el
candidato favorito del Departamento de Estado de los Estados Unidos, quien
pretende que su elección tiene mas fuerza que el voto de los ciudadanos de Venezuela (PL)
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