A pesar de la situación
inestable del mundo financiero, los bancos siguen sacando provecho de sus
clientes de ingresos bajos y medios, los que más sufren durante las crisis y
sus consecuencias.
El portal Market Watch
ha destacado cinco maneras en las que las grandes empresas financieras siguen
ganando dinero a costa de la población más desfavorecida.
Gato encerrado en las
tarjetas de crédito
Tras recibir por correo una atractiva oferta para
obtener una tarjeta de crédito
con una tasa de interés del 0% durante 6 o 12 meses, muchas personas comienzan
a gastar el dinero que no tienen. Las complicaciones surgen cuando el periodo
de la promoción termina y las tasas de interés y comisiones de repente se ponen
por las nubes. Así que el cliente tiene que pagar, además de su deuda, a veces
casi un 30% de intereses.
Ejecuciones hipotecarias
Entre 2007 y 2011, más de cuatro millones de
estadounidenses perdieron su casa por ejecución hipotecaria.
Resulta que las pérdidas de los prestatarios de hipotecas son mucho peores en
comparación con las de los bancos. Además de perder su 'dulce hogar', en el
cual invierten durante varios años a veces la mayor parte de sus ganancias, la
ejecución hipotecaria es el elemento más perjudicial (además de la quiebra) que
puede aparecer en un informe de crédito, y permanece allí durante siete años.
Los prestatarios
permanecen en listas de morosos que son efectivas a la hora de solicitar otra
hipoteca. El Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. considera una ejecución
hipotecaria una deuda
impagada, así que estos siete años el prestamista fallido no tiene acceso a un
crédito hipotecario.
Préstamos urgentes
Los bancos o empresas que ofrecen préstamos rápidos
con pocos requisitos se aprovechan de los pobres a gran escala, ya que los
atrapan en un círculo vicioso de altos intereses: la tasa anual promedio de
estos préstamos es de 322%. Dos tercios de los prestatarios de estos pequeños
créditos 'fáciles' solicitaron más de siete préstamos y se endeudaron en más
del 40% de su salario anual, según los datos de la Oficina de Protección
Financiera del Consumidor de EE.UU. La dependencia de
los préstamos no es de extrañar teniendo en cuenta que el 18% de las personas
que utilizan los préstamos de emergencia obtienen una parte de sus ingresos de
la asistencia pública.
Cargos por descubierto
Según el Centro para Préstamos Responsables de
EE.UU., los bancos
muestran un patrón de manipulación de transacciones para infligir el mayor daño
posible a los clientes cuando se trata de comisiones por descubiertos. Por
ejemplo, publican la información de cargos antes que la de los abonos que
llegan el mismo día.
Además, los bancos
tienden a no tener piedad cuando los tiempos se ponen difíciles. En 2008, en
medio de la crisis económica, los estadounidenses perdieron más de 23 millones
de dólares en cargos por sobregiro, según un informe del 2009 del Centro para
Préstamos Responsables. Esto significó un aumento del 35% respecto al año
anterior.
Bancarrota
En 2005, dos años antes de que estallara la crisis
financiera, los bancos
estadounidenses presionaron para recibir una revisión del código de
bancarrota personal: los clientes que hayan llegado a una quiebra personal una
sola vez ya no podrían hacer borrón y cuenta nueva. Estarían obligados a pagar
al menos una parte de sus deudas, incluidas las contraídas con tarjetas de crédito.
Además, la ley hizo que fuera mucho más fácil obligar a los deudores a actuar
bajo el Capítulo 13 del código, que exige que las deudas en su mayoría sean
reestructuradas, no borradas. (Tomado de RT)
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