Por Manuel Cunza G.
En días pasados, el Consejo de
Consulta del Consulado peruano en Paterson, visitó al cónsul, para presentarle su plan
de trabajo anual de este organismo, habiendo sido recibidos por el cónsul José Benzáquen,
quien se comportó de una manera descomedida y displicente, como si recepcionar a la
comitiva significara un favor a sus integrantes, Luz Elena Bereche, Julio
Zelaya, Víctor Rabanal, Nolberto Limo y el resto de miembros con la excepción de Ángel
Berrocal (Casa Perú). El cónsul Benzáquen, recibe y acepta a regañadientes el plan de trabajo del referido
consejo, no sin antes hacer algunas observaciones autoritarias, por algo a lo
que es alérgico, la palabra presidente
(Presidente del consejo de consulta).
Algunos miembros del Consejo de
consulta, conocedores de que un compatriota indigente estaba sufriendo una
enfermedad incurable, (diabetes y sus consecuencias fatales), se encontraba en
desamparo, le hicieron saber al cónsul, que llevaban algunas
prendas de vestir y algo de alimentos indispensables para el enfermo Luis
Gallegos Cervera de 70 años de edad. Los miembros del consejo, le manifestaron
al cónsul que al parecer, el Dr. Alejandro Beautis, vice-consul, coordinaba
la ayuda de este compatriota. Al escuchar este anuncio, José
Benzaquen, rompió en histeria, balbuceando expresiones como: “El consulado no es una beneficencia, ni quiero que se convierta, con
la venida de todos lo necesitados”. Nos preguntamos ¿los fondos para la
ayuda humanitaria para qué se usan?
El cónsul Benzáquen, no satisfecho
con su falta de respeto y de sensibilidad, llama a su oficina al Dr. Alejandro
Beautis vice-cónsul, para increparle groseramente por su labor humanitaria en favor
de ese compatriota enfermo. Benzáquen demostrando no
tener un ápice de cultura diplomática, tratando a viva y
destemplada voz, se comportó como un vulgar patrón, con el Dr. Beautis, por mostrar su profunda solidaridad con la
comunidad peruana, mas aun cuando en esta se encuentra una situación de desgracia.
También llama la atención que el
cónsul no haya tenido reparos para escarnecer a un miembro de su
entorno, demostrando, con su actitud por demás despiadada e inculta, el poco
respeto que siente ante personas que forman parte de un Consejo elegido en una
votación en el que está incluido un ciego defensor… (la comunidad sabe de quien se trata).
Lo hemos dicho siempre: la
diplomacia peruana tiene en el consulado de N.J., Paterson, a uno de sus peores
representantes (por eso no ascendió ni asciende). Tenemos un cónsul
carente de un sentido de respeto para los peruanos de esta parte, que somos
quienes le pagamos su abultado sueldo, para dedicarse a discriminar;
menospreciar; ofender a sus dirigidos. Su comportamiento denigra a la comunidad
peruana, quienes vemos en este diplomático, a una mal activista de la cultura diplomática.
No entendemos que mecanismo o
personaje sostiene a este asalariado mal llamado diplomático en
un consulado. ¿Será este otro ejemplo de la galopante corrupción que
impera en las altas esferas del gobierno de turno.
¿Es malo ayudar a un compatriota
en desgracia? ¿Es malo sentirse parte de una comunidad necesitada? ¿Es malo que
un vice-cónsul cumpla con un deber humanitario? ¿A quien pertenece el consulado?
¿A un cónsul arrogante y despreciativo? ¿Es un indolente como Benzáquen un
representante de la política que Humala llama “inclusión social”?
Que el servidor de la comunidad
peruana José Benzaquen, responda a estos interrogantes si aun le queda algo de
vergüenza diplomática. ¿Alguien dirá ahora que somos injustos e irrespetuosos con el cónsul José Benzáquen? ¿Se
nos dirá que inventamos cargos contra el consulado? ¿Ese alguien, “ciego
defensor” del cónsul, habrá sido testigo de lo que denunciamos aquí, en
Prensa Libre?
Selor Cunza, sabe usted como el común y corriente ciudadano peruano que reside en esta zona, se comunica con el consejo de consulta? Hasta la fecha no he conseguido respuesta, en el FB nadie responde. En un mundo globalizado como es posible que no se pueda tener comunicación ni interactuar con ellos. Las denuncias tienen un mejor eco cuando hay interlocutores y no un silencio bullicioso.
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