Por Manuel Cunza
En un bien ensayado dialogo, entre un
camarógrafo y el candidato del bloque
fujimorista a la presidencia de PPInc., al que llamaron, dizque conferencia de
prensa, ese retador a debate, se permitió ofender groseramente a las dignísimas
damas que entregan su trabajo voluntario a la institución calificándolas de corruptibles.
Ellas forman parte del Comité de Membresía, en el que también laboraba un
operador fujimorista, cuyo nombre, maliciosamente, es ocultado por el referido
“conferencista”, y quien felizmente ha sido retirado de esa labor, porque faltando
a la ética, sencillamente hacía
trabajos recopilando votos para el quejoso candidato.
Pretendió ese candidato, abogado de
Lima, sorprender a la comunidad peruana acusando arteramente al Comité de Membresía
de PPInc., acusándole de eliminar a votantes, cuando en realidad se
trataba de compatriotas que no habían renovado
oportunamente su membresía en la institución o a los compatriotas por quienes,
el grupo financista del fujimorismo, no pudo hacerle el pago, como lo hicieron
con muchos compatriotas. Creía ese candidato Julio Zelaya, que por el solo hecho
de ser sus votantes, debían ser considerados en sus padrones, poniendo como
ejemplo, al esposo de su Sra. hija.
Buscando que alarmar al resto de la
membresía de la institución, Zelaya declara con esfuerzos alarmistas que había
sucedido algo grave, algo muy grave y seguidamente se contradice al afirmar que
eso se puede arreglar. Entonces, ¿donde esta lo grave? Se refería el alarmista
a que el IRS ha suspendido la categoría de no lucrativa a PPInc. por cuanto la
pasada directiva no habría cumplido con pagar los derechos de su periodo, omitiendo que se está a la espera de
la respectiva liquidación, que el órgano de control hará llegar a la
organización peruana, con lo que quedará
regularizada la situación.
Por otro lado el comité electoral, al
parecer manejado por un ex presidente, que sigue la línea política de ese
quejoso candidato, pretende imponer condiciones antojadizas, con claras
intensiones de frustrar las elecciones, para cuya exclusiva función fueron
elegidos. Pretenden hacerse representar por un extraño a la institución,
pidiendo que tenga este extraño injerencia en la documentación de la
institución (padrones). El comité electoral, no tiene la potestad de elegir a
personajes que no sea la junta directiva, indicado en el respectivo reglamento
electoral. El comité electoral, no tiene la facultad de observar la
documentación que le fue entregada para los efectos de llevar a cabo las
elecciones. Eso sí, el padrón electoral debe ser rubricado por los miembros del
comité de membresía.
Otra actitud por demás anormal, es que
el comité electoral se niega a convocar a los personeros de las listas que
compiten; como en mi caso, no obstante haberlo pedido por escrito. No hay
ninguna razón, para negar nuestra participación, que tiene como única finalidad
la coordinación del proceso electoral como representantes de los candidatos. No
hay pues, ninguna justificación para impedir el concurso de los personeros en
una labor donde no hay nada reservado, si de por medio no existe alguna
intencionalidad.
Por el bien de la institución de todos
los peruanos, hago votos para que todo vuelva a la normalidad y que el Comité
Electoral cumpla su cometido que es única y exclusiva responsabilidad: llevar a
cabo las elecciones de PPInc. limpias y transparentes.
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