Por Manuel Cunza
La noche del sabado 7 de diciembre, el amplio salón St. Michael de Paterson,
se vio colmado de miembros de las hermandades católicas peruanas en un bien
organizado show y cena, cuya recaudación dicen que contribuirá a la
reconstrucción de una iglesia que alberga a nuestro Señor de los Milagros, en
la ciudad de Perth Amboy, que fue afectada seriamente por un incendio ocurrido
el primero de noviembre del año en curso.
El motivo amerita la actividad que, al parecer, congregó a la totalidad de organizaciones católicas
peruanas que presentaron un espectáculo artístico de primera, con nuestros
mejores interpretes en todos los géneros musicales. Como ya es costumbre en
estos eventos, la conducción del programa, a cargo de Víctor Alcalde, fue
excelente, su estilo de hacerlo, motiva al desprendimiento de algunos
empresarios ahí presentes, que hicieron aportes extras para la causa. Víctor
Alcalde, deleitó a la concurrencia,
interpretando canciones que por la década de los 60 y 70, eran éxitos de la nueva ola. Claro que los
prolongados aplausos no se hicieron esperar, constituyendo la parte importante
de la noche.
Marcos Napa, ex integrante de la agrupación Perú Negro, nos informó la
importancia que dentro de nuestra historia musical tuvieron la cajita; la
quijada y el cajón, terminando con una brillante demostración del zapateo
peruano. Para esto, contó con la
calidad de Fernando Quevedo en la ejecución de la guitarra. Iniciando la noche
artística, pasaron por el escenario: Oscar Ulloa, también con canciones
antiguas de los Doltons, los Pasteles Verdes entre otros. Parecía recordarle
especialmente a las damas, aquellos tiempos de la época de oro. Algunas damas
que sobrepasan ya los 65 y mas, se animaron a emitir el grito de la alegría de
la juventud. Nuestra Bella Marinera no pudo faltar, con la impecable
demostración de la Pareja Hermanos Vasquez.
En la cartelera de artistas, aparecieron también Celenia Nuñez, José Luis Salazar, Víctor Alcalde, Marcos
Napa entre otros que se encargaron de darle la categoría al evento de las
hermandades que, así por fin, se unen en una causa noble. Lo máximo de la noche
llega, con la aparición en escena, de una muer hecha dulzura, que con la
generosidad que la caracteriza, se entregó con todo su
arte al público que la aclama, su
elegante sencillez, su innato respeto a quienes la seguimos, sus artísticos
movimientos corporales y su melodiosa voz, son siempre un halago a cualquier público.
Ojalá, el objetivo de la
organización se haya cumplido y siempre se persista en eventos que unen a la
comunidad peruana.
FARÁNDULA FOLKLÓRICA
Como todos los sábados por la noche, los mejores espectáculos musicales se
realizan en el amplio y lujoso salón del restaurante Estrellita del Sur, en
Paterson. En esta ocasión, el 7 de diciembre, le tocó a la colonia peruana de residentes en New York, quienes
se trasladaron a estos lares para celebrar los 14 años de vida artística del
gran arpista peruano don Cesar Marino, quien hizo gala de la destreza de sus
dedos para rasgar las cuerdas de su arpa y arrancar melodías de todas las zonas
de nuestro país.
En esta ocasión, también estuvieron con Cesar Marino, la conocida
folklorista ancashina Nieves Alvarado, quien interpretó las mejores canciones de su repertorio, haciendo bailar
alegremente a la concurrencia. Los Hermanos Delgado, se sumaron al festejo,
entregando al público las variadas canciones de su repertorio. Luz Millares,
dueña de un estilo particular de nuestro folklore, cantó y bailó con el público
que la aplaudía constantemente. La sorpresa de la noche sabatina fue la
reaparición es este escenario de la voz angelical (así la llaman sus hinchas)
ZAIDA VASQUEZ, quien deleitando a sus seguidores con canciones de su propia autoría
arrancó grandes aplausos del público presente.
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