domingo, 12 de enero de 2014

UN DESLUCIDO EVENTO DE JURAMENTACION





Por Manuel Cunza García.



La juramentación de la Directiva reelecta de Peruvian Parade Inc., no fue más que una grotesca representación que solo sirvió para satisfacer el ego exhibicionista de una dama, que tomó para si la decisión de realizar un actos para el que no está preparada.  La referida juramentación, muy lejos de ser un acto solemne y serio donde se jura con solemnidad, se convirtió en una antojadiza presentación de la organizadora, quien llamó e invitó en forma tan desorganizada a personajes de su simpatía, sin siquiera haber ordenado una ubicación para la directiva juramentada, quienes dijeron SI JURO, para luego confundirse entre los comensales del restaurante anfitrión.

Una ceremonia programada para la una de la tarde, se inició cercana a las tres de la tarde, cuando la mayoría de compatriotas invitados, tomaban sus alimentos dejando en segundo plano la juramentación. A falta de un programa bien estructurado, se dejó todo a la espontaneidad de la coordinadora, maestra de ceremonias; relacionista pública, administradora, casi directora de la orquesta y DJ del evento. La verdad, una actuación deplorable. Sería muy largo seguir narrando los desaciertos de la poderosa organizadora. Vayamos mejor al acto mismo de la juramentación.


En primer lugar, siendo ya las tres de la tarde no habían llegado los grandes y honorables invitados especiales, compatriotas peruanos, ni nacionales estadounidenses. La solución fue la grata presencia de concejales peruanos en Harrison, señores Villalta y Huaranga y el concejal Esquiche de Prospect Park. Coordinado o no, el Sr. Jesús Huaranga fue llamado a juramentar al presidente reelecto Dr. Carlos A. Tello, quien luego de decir SI JURO, procedió a juramentar a su Junta Directiva, no sin antes ser testigos de otra ligereza de la maestra de ceremonias, quien llamó a otro grupo de directivos. La coordinadora, no tenía siquiera el orden de los cargos de quienes jurarían, quienes permanecían parados entre  el tumulto general de directivos, para luego volver a las mesas de amigos comensales.

Finalizadas las juramentaciones, se siguió con otro tropiezo de la dueña del evento. Llama al frente al flamante presidente,  para escuchar su discurso de orden,  pero lo obliga a quedarse parado frente a los comensales, para luego llamar a personajes de su gusto, que le digan algo al juramentado. Esto es una de las descomedidas faltas de respeto al Presidente que, después de varias intervenciones, por fin pudo decir algo de su discurso, poniendo énfasis sobre un tema esperado: La Casa Perú, o local propio de la Peruvian Parade Inc. Lo mismo lo hizo un veterano dirigente de la Hermandad de San Martin de Porres. 

Alguien debe recordar el acto de juramentación del Dr.  Tello, al inicio de su primer período, un acto solemne, sobrio y serio, en el que todos tenían su lugar. Los invitados especiales y oficiales y pasados presidentes, así como una mesa especial para la junta directiva, frente al público. Esta vez, todo ello pasó al olvido, para dar paso a un acto caprichoso, antojadizo y desatinado, para lucir de modo grotesco un acto por demás deslucido, austero, pero solo fue la palabra, que nada tiene que ver con lo respetable y solemne; de respeto a los dirigentes que juran solemnemente y el público que viene a ser testigo de ese compromiso de honor.

Lo más deplorable de este acto caprichoso fue, cuando por obra y gracia de su organizadora, el evento se convierte en una tribuna política de los aspirantes a concejales y a la alcaldía  de Paterson, quienes encuentran la mesa tendida, para sus arengas. Es decir que los peruanos somos los que preparamos eventos para el uso de quien quiera, es decir  oportunidad para una organizadora, que tal vez  mañana extienda su factura a los candidatos a quienes favoreció. Otro vacío fue la ausencia de pasados presidentes, a excepción de Fred Varas. Ojala nunca se repita esta antojadiza ceremonia.

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