domingo, 6 de abril de 2014

ILUSIONISTAS Y GOLPE DE ESTADO


Por Cabe
Esta semana dos conocidos columnistas, Aldo M y M Lauer, han lucido el “frac” de ilusionista en el gran circo de la política peruana. Al sacudir la varita mágica sobre el sombrero de mago de los medios, han sacado un conejo, Javier Diez Canseco, y una rata, Alan García, y nos quieren hacer creer que los dos personajes se parecen entre si como dos gotas de agua. Todo porque ambos apelaron a un recurso de amparo para protegerse del Congreso peruano.

El ilusionismo se cae
por todas partes cuando comparamos cada caso por separado. JDC, fue “castigado” por el Congreso, con la colaboración de los parlamentarios “nacionalistas” digitados por la propia Nadine Heredia, por el supuesto delito de pretender pasar una Ley que favorecía intereses económicos de su familia. El hecho nunca fue demostrado.
Por el contrario, se pudo demostrar que el proyecto de Ley que se intentó pasar era para beneficiar a muchos de trabajadores estafados con el cuento de la Bolsa de Valores, en la que sus acciones se cotizaban siempre a menor precio que las de los patrones. El que algunos familiares de JDC se encontraran entre los miles de trabajadores que podrían lograr un beneficio, no tendría por que ser juzgado como delito.
Pero eso no lo entiende una derecha cleptócrata que se place en suponer que los demás son de su condición.

El recurso de amparo
que favoreció a JDC, ordenaba al Congreso rectificar su condena, cosa que nunca se puso en efecto por el fallecimiento del líder de izquierda. Debe destacarse en este punto, que JDC nunca evitó ser investigado, nunca evitó ser confrontado públicamente y estuvo siempre presente ante los canales de Televisión que lo entrevistaron inquisitorialmente sobre el hecho.
Fue el propio Congreso el que obvió la investigación. Con seguridad, ninguno de los congresistas que sancionó a Javier leyó el informe de la Comisión de Ética que lo juzgó.
No es el caso de Alan García, que interpuso un recurso de amparo ante un poder judicial completamente corrupto y digitado por el APRA para impedir que sus declaraciones ante la Megacomisión que lo involucraban en hechos delictivos sean borradas y dejadas de tomarse en cuenta. O sea como para que esta vez en el mismo circo reaparezca un cantinflesco García diciendo: “No he dicho lo que he dicho, he dicho”.
Los columnistas “M”, el neoliberal Aldo, despedido del diario Correo por su pésima gestión empresarial, y el alanista Lauer, mienten, tergiversan y elaboran sofismas para juntar el barro maloliente y estiercolero de una charca de cerdos, de donde sale García, con la arcilla reluciente con la que se elaboran obras de arte, que es con la que estuvo modelado Diez Canseco.

Pero lo grave de todo,
por si no se dio cuenta “cosito” es que se ha producido un golpe de Estado en sus narices. El poder Judicial ha convertido al Legislativo en la última rueda del coche. El precedente que ha creado el fallo favorable a García, también abre la posibilidad de que se cualquier Ley favorable al pueblo pudiera ser declarada improcedente por un juez de manos pegajosas.
Lo mismo podría suceder en el caso de que un presidente, que no sería el traidor Humala, si diera una ley de nacionalización de recursos naturales, como el oro, por ejemplo, un juez de medio pelo, de esos con tarifa conveniente que abundan en el sistema judicial peruano, podría emitir una resolución contra un decreto presidencial para anular al Ejecutivo en pleno.

Quedamos advertidos de cómo funciona la lucha de clases en el Perú.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario