No solo operador Montesinista, tambien búfalo Aprista
Por Jimmy Calla Colana
El 26 de abril de 1988, varios grupos de
militantes del partido aprista fueron capturados en Lima, por la Policía,
portando armas y explosivos. Agustín Mantilla, viceministro del Interior de ese
entonces, saldría a declarar que estos elementos estarían siendo investigados de
manera imparcial para determinar su presunta implicancia en acciones
subversivas.
Simultáneamente, Mantilla
desmintió que los detenidos, en su mayoría estudiantes universitarios, hayan
sido liberados arbitrariamente, y refirió
que por el contrario estos se encontrabann recluidos en una dependencia policial con
conocimiento del Ministerio Público. Era una inmensa mentira. Todos los
detenidos ya habían sido puestos en libertad precisamente por ser miembros del
partido arpista.
Lo interesante de esa
intervención policial que captura a un grupo de jóvenes
viajando en el
automovil de placa EQ 5567, de propiedad del rector de la USMP de esa época,
portando armas y cartuchos de dinamita, es que entre los detenidos, miembros
del ARE (Alianza Revolucionaria Estudiantil), la organización aprista que opera
en las universidades, se encontraba nada menos que Oscar
López Meneses, entonces de 20 años y hoy calificado por los medios como “operador
montesinista” y que debido a la superprotección que gozaba, con resguardo
policial de primer orden como si se tratara de un ministro o un alto
funcionario del Estado peruano, ha generado un escándalo que ha ocasionado la
caída del ministro Wilfredo Pedraza y del íntimo asesor de Humala Adrián
Villafuerte, alias “Ácido”.
López Meneses, el BUFALO |
De acuerdo a la información que
se dispone, los presuntos sediciosos fueron intervenidos por la Guardia Civil
en el Callao y La Molina. En ambos casos, los custodios del orden tuvieron que
actuar con energía y hacer uso de sus armas de reglamento para poder reducir a
estos elementos.
La primera incursión se registró
a las 4.00 de la madrugada del día señalado, en las inmediaciones de la Ciudad
Universitaria de San Marcos. Allí cayeron estos fascinerosos, eran 14
individuos que portaban armas, bombas caseras, proyectiles de diversos calibres
y panfletos de carácter “subversivo”, término utilizado por el mismo Mantilla y
por el diario La República.
Los detenidos
Ellos fueron identificados como
Carlos Enrique Morán (27), Edgar Díaz Nieto (26), Víctor Espinoza Alfaro (25),
Nicanor Luján Dueñas (28), Carlos Peláez Alfaro (26), Zoila Esperanza Capristián
Carhuapoma (25) y Américo Pérrige
Roselló (22).
Asimismo, Ligorio Palomino
Cusipáucar (26), Renán Fritz Caparachín (24), Paulino Farfán Martínez (25),
Blas Apaza Gonzales (23), Víctor Raúl Suárez Vargas (26) y David Galindo
Samanez (28).
Los otros seis militantes
apristas fueron intervenidos a las 10 de la noche, fue un viernes, a pocas
cuadras de la Comisaría de Chacarilla del Estanque, éstos se enfrentaron a
balazos con los tripulantes del Patrullero 607, de la 29 Comandancia GC.
Los custodios del orden les
decomisaron 2 revólveres marca Rossi, de fabricación italiana, uno de los
cuales tenía el número de registro limado, típico del estilo delincuencial.
Además, se les encontró 35 proyectiles de diverso calibre y 12 cartuchos
calibre 38, percutados.
Los individuos también portaban
volantes de la Alianza Revolucionaria Estudiantil (ARE), organismo aprista, así
como petardos de dinamita.
Ellos fueron identificados como
Alfredo Moreno Reblagliati (29), Ídelson Castillo (25), Luis Izquierdo Campos
(35) y Óscar López Meneses (20). Esto sucedió hace 22 años.
Protegido de Agustín Mantilla
Mantilla, protector de López Meneses |
Como siempre, Mantilla no precisó
la dependencia policial en la que se encuentran recluidos, a pesar de la
insistencia de los periodistas. Muy astutamente, dejó entrever que estos
sujetos se encontrarían depositados en los calabozos de la Dirección Contra el
Terrorismo de la PNP (DIRCOTE), todo esto es falso, ellos ya estaban en sus
casas, en libertad.
Pero Mantilla negó enfáticamente
que los detenidos hayan sido liberados indebidamente por una orden impartida
desde el Ministerio del Interior. Su despacho dijo: “para nosotros sería muy
fácil ocultar un hecho de esta naturaleza…”, y agregó que “respetando el
ordenamiento legal vigente se había procedido de acuerdo a ley”. Para con gestos
nerviosos decir luego: “La mejor prueba de ello son los partes policiales en
los que se da cuenta sobre las capturas en mención…”, puntualizó, para alejarse
raudamente “con la cola entre las piernas”, porque ningún periodista le creyó.
Estas declaraciones las hizo Mantilla
al salir de Seguridad del Estado (Avenida España) y conversar con el general
FFPP Oswaldo Díaz Salvador, instancia superior del operativo, cuyo objetivo era
proteger a los malhechores apristas y justificar la libertad de la que estos
elementos gozaban.
Prometemos, en Prensa Libre seguir con esta
información que se torna interesante porque se colige a partir de estas
investigaciones los lazos éintimos y mafiosos que unen al aprismo con el fujimontesinismo.
gracias por publicar estos artículos que han causado impacto en la opinión pública nacional e internacional, jcc
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