domingo, 17 de noviembre de 2013

La Otra Historia Oscura de Oscar Lopez Meneses

No solo operador Montesinista, tambien búfalo Aprista

Por Jimmy Calla Colana
El 26 de abril de 1988, varios grupos de militantes del partido aprista fueron capturados en Lima, por la Policía, portando armas y explosivos. Agustín Mantilla, viceministro del Interior de ese entonces, saldría a declarar que estos elementos estarían siendo investigados de manera imparcial para determinar su presunta implicancia en acciones subversivas.
Simultáneamente, Mantilla desmintió que los detenidos, en su mayoría estudiantes universitarios, hayan sido liberados arbitrariamente, y refirió  que por el contrario estos se encontrabann recluidos  en una dependencia policial con conocimiento del Ministerio Público. Era una inmensa mentira. Todos los detenidos ya habían sido puestos en libertad precisamente por ser miembros del partido arpista.
Adivinen quién es el centro de la historia
Lo interesante de esa intervención policial que captura a un grupo de jóvenes
López Meneses, el BUFALO
viajando en el automovil de placa EQ 5567, de propiedad del rector de la USMP de esa época, portando armas y cartuchos de dinamita, es que entre los detenidos, miembros del ARE (Alianza Revolucionaria Estudiantil), la organización aprista que opera en las universidades, se encontraba nada menos que Oscar López Meneses, entonces de 20 años y hoy calificado por los medios como “operador montesinista” y que debido a la superprotección que gozaba, con resguardo policial de primer orden como si se tratara de un ministro o un alto funcionario del Estado peruano, ha generado un escándalo que ha ocasionado la caída del ministro Wilfredo Pedraza y del íntimo asesor de Humala Adrián Villafuerte, alias “Ácido”.
De acuerdo a la información que se dispone, los presuntos sediciosos fueron intervenidos por la Guardia Civil en el Callao y La Molina. En ambos casos, los custodios del orden tuvieron que actuar con energía y hacer uso de sus armas de reglamento para poder reducir a estos elementos.
La primera incursión se registró a las 4.00 de la madrugada del día señalado, en las inmediaciones de la Ciudad Universitaria de San Marcos. Allí cayeron estos fascinerosos, eran 14 individuos que portaban armas, bombas caseras, proyectiles de diversos calibres y panfletos de carácter “subversivo”, término utilizado por el mismo Mantilla y por el diario La República.
Los detenidos
Ellos fueron identificados como Carlos Enrique Morán (27), Edgar Díaz Nieto (26), Víctor Espinoza Alfaro (25), Nicanor Luján Dueñas (28), Carlos Peláez Alfaro (26), Zoila Esperanza Capristián Carhuapoma  (25) y Américo Pérrige Roselló (22).
Asimismo, Ligorio Palomino Cusipáucar (26), Renán Fritz Caparachín (24), Paulino Farfán Martínez (25), Blas Apaza Gonzales (23), Víctor Raúl Suárez Vargas (26) y David Galindo Samanez (28).
Los otros seis militantes apristas fueron intervenidos a las 10 de la noche, fue un viernes, a pocas cuadras de la Comisaría de Chacarilla del Estanque, éstos se enfrentaron a balazos con los tripulantes del Patrullero 607, de la 29 Comandancia GC.
Los custodios del orden les decomisaron 2 revólveres marca Rossi, de fabricación italiana, uno de los cuales tenía el número de registro limado, típico del estilo delincuencial. Además, se les encontró 35 proyectiles de diverso calibre y 12 cartuchos calibre 38, percutados.
Los individuos también portaban volantes de la Alianza Revolucionaria Estudiantil (ARE), organismo aprista, así como petardos de dinamita.
Ellos fueron identificados como Alfredo Moreno Reblagliati (29), Ídelson Castillo (25), Luis Izquierdo Campos (35) y Óscar López Meneses (20). Esto sucedió hace 22 años.
Protegido de Agustín Mantilla
Mantilla, protector de López Meneses
El viceministro del Interior, Agustín Mantilla, confirmó, en conferencia de prensa, la captura de estos elementos, que según él se identificaron como militantes del partido aprista, y que “se encuentran sometidos a una profunda investigación, imparcial, para determinar de quiénes son las armas cuyos códigos han sido limados”.
Como siempre, Mantilla no precisó la dependencia policial en la que se encuentran recluidos, a pesar de la insistencia de los periodistas. Muy astutamente, dejó entrever que estos sujetos se encontrarían depositados en los calabozos de la Dirección Contra el Terrorismo de la PNP (DIRCOTE), todo esto es falso, ellos ya estaban en sus casas, en libertad.
Pero Mantilla negó enfáticamente que los detenidos hayan sido liberados indebidamente por una orden impartida desde el Ministerio del Interior. Su despacho dijo: “para nosotros sería muy fácil ocultar un hecho de esta naturaleza…”, y agregó que “respetando el ordenamiento legal vigente se había procedido de acuerdo a ley”. Para con gestos nerviosos decir luego: “La mejor prueba de ello son los partes policiales en los que se da cuenta sobre las capturas en mención…”, puntualizó, para alejarse raudamente “con la cola entre las piernas”, porque ningún periodista le creyó.
Estas declaraciones las hizo Mantilla al salir de Seguridad del Estado (Avenida España) y conversar con el general FFPP Oswaldo Díaz Salvador, instancia superior del operativo, cuyo objetivo era proteger a los malhechores apristas y justificar la libertad de la que estos elementos gozaban.
Prometemos, en Prensa Libre seguir con esta información que se torna interesante porque se colige a partir de estas investigaciones los lazos éintimos y mafiosos que unen al aprismo con el fujimontesinismo.

1 comentario:

  1. gracias por publicar estos artículos que han causado impacto en la opinión pública nacional e internacional, jcc

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