los
amantes caminan sobre el lomo de la vida
brillantes
bañados
por una luz diferente
también
levitan como en ese cuadro
de
Chagall
y tienen
los ojos atados
sobre la tierra
y no
necesitan
para
vivir
más que
su propio fuego
el sol
se hunde
en la
cerveza
que
beben en la tarde
después
del amor
y son
también complacientes
con
ellos
los
parques
y el mar
que se
mueve en todos
sus
sueños
para el
amor a veces existen palabras
son sin
embargo
más
intensos el silencio
y la
música que hacen
cuando
se toman
de la
mano
simplemente
caminan
y los
árboles se inclinan
para
verlos.
Te recuerdo de pie
en el acantilado
mirando el mar
la tarde en que
tus ojos regalaban
postales a los
desesperados
y el sol impávido
copiaba su batalla
de colores
pasajera perpetua
tu casa es el viento
que hace mecer
el árbol
del olvido.
Alfredo Portal.
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