Cada vez más
personas en el mundo padecen de colicos biliares, la incidencia de estos entre los
hispanos en los Estados Unidos crece alarmantemente.
La vesícula
biliar es un órgano que forma parte del aparato digestivo de todos los seres
humanos y animales cuadrúpedos(menos en los caballos). Está situada por debajo
del hígado.
Su nombre en
latín es vesica fellea.
La vesícula
biliar es una víscera hueca pequeña, con forma de ovoide o pera, que tiene un
tamaño aproximado de entre 5 a 7 cm de diámetro mayor. Se conecta con el
intestino delgado (duodeno) por la vía biliar (el conducto cístico y luego por
el colédoco).
Su función es la
acumulación de bilis, contiene un volumen de alrededor de 50ml de bilis que
libera al duodeno a través de los conductos arriba reseñados, entrando en el
mismo a través de la papila y ampolla de Vater. Está adherida a la superficie
visceral del hígado. Las paredes de la vesícula consisten en túnicas serosas, musculares
y mucosas. El revestimiento mucoso se dispone en pliegues semejantes en
estructura y función a las del estómago.
Función
La función de la
vesícula es almacenar y concentrar la bilis segregada por el hígado y que
alcanza la vesícula a través de los conductos hepático y cístico, hasta ser
requerida por el proceso de la digestión. La segregación de la bilis por la
vesícula es estimulada por la ingesta de alimentos, sobre todo cuando contiene carne
o grasas, en este momento se contrae y expulsa la bilis concentrada hacia el
duodeno.
La bilis es un líquido
de color pardo verduzco que tiene la función de emulsionar las grasas,
produciendo microesferas y facilitando así su digestión y absorción, además de
favorecer los movimientos intestinales, evitando así la putrefacción. Las situaciones
que retrasan u obstruyen el flujo de la bilis provocan enfermedades de la
vesícula biliar.
Patología de la vesícula
La vesícula
biliar es más conocida por los potenciales problemas que puede ocasionar, ya
que es el lugar de asiento de los cálculos de sales biliares (piedras) que obstruyen
la vía biliar y generan patologías inflamatorias que, en algunos casos, pueden
eliminarse con medicamentos, y en muchos otros deben tratarse quirúrgicamente.
A la inflamación
de la vesícula biliar se le llama colecistitis. Las vías biliar además de
obstruirse, pueden ser asiento de tumores. La hipersensibilidad de la vesícula
cursa con un dolor muy característico, denominado punto cístico de Murphy. Al
hacer presión con los dedos sobre el lado derecho del abdomen, a unos dos o
tres centímetros debajo del reborde de las costillas y al mismo tiempo inspirar
profundamente, llega la persona al punto en que justo después de comenzar a
tomar aire, siente un dolor agudo en el momento en que la vesícula inflamada
roza con la presión causada por los dedos, obligándole a que cese la
inspiración bruscamente.
Se conoce como
signo de Murphy positivo, si tal reacción ocurre durante la inspección puede
ser indicio de una colecistitis. Los cálculos biliares son más comunes entre
los adultos mayores, las mujeres, las personas con sobrepeso, los indios
norteamericanos y los mexicanos americanos.
El tratamiento
más común es la remoción de la vesícula biliar. Afortunadamente, la vesícula
biliar no es un órgano imprescindible para la vida. La bilis tiene otras vías
para llegar al intestino delgado.
LA VESICULA Y SU ENTORNO
1. Vías
biliares:
2. Conducto
biliar intrahepático
3. Conductos
hepáticos
derecho e
izquierdo
4. Conducto
hepático común
5. Conducto
cístico
6. Colédoco o
Conducto biliar común
7. Ampolla de
Vater o hepatopancreática
8. Carúncula
mayor o Papila de Vater
9. Vesícula
biliar
10-11. Lóbulos
derecho e izquierdo del hígado.
12. Bazo
13. Esófago.
14. Estómago.
Intestino delgado:
15. Duodeno
16. Yeyuno
17. Páncreas:
18: Conducto de Santorini
o pancreático accesorio
19: Conducto de Wirsung
o pancreático.
20-21: Riñones derecho
e izquierda
El borde anterior del
hígado está levantado hacia arriba (flecha en marrón). Sección longitudinal de
la vesícula biliar, y frontal del duodeno y páncreas. Estómago y conductos intrahepáticos
en transparencia. Si un cálculo grande bloquea el conducto cístico o el
conducto colédoco (coledocolitiasis), se puede presentar un dolor de tipo
cólico desde la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual se
conoce como cólico biliar. El dolor desaparece si el cálculo pasa hacia la
primera parte del
intestino delgado (el
duodeno).
Los síntomas
Los síntomas que se
pueden presentar abarcan:
Dolor en la parte
superior derecha o media del abdomen que:
puede ser constante;
puede ser agudo, tipo
calambre o sordo;
puede irradiarse a la
espalda o debajo del omóplato derecho.
Fiebre
Coloración amarillenta
de la piel y de la esclerótica de los ojos (ictericia)
Los síntomas
adicionales que pueden estar asociados con esta enfermedad comprenden:
Heces color arcilla
Náuseas y vómitos
Es importante acudir a
un médico si usted tiene síntomas de cálculos biliares.
El excesivo
consumo de grasas puede incidir en sus problemas gástricos y al estacionarse en
la vesícula puede convertirse en un serio peligro para su salud.
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