Un viejo dicho sostiene que “las águilas pueden
volar a la altura de las gallinas, pero las gallinas nunca podrán volar a la
altura de las águilas”.
Un doctorcillo de medio pelo, que jamás volará a la
altura de las águilas y mucho menos tiene lo que ponen las gallinas, ha
pretendido agredir verbalmente a un personaje que le guste o no, es uno de los
peruanos más leídos en Paterson e incluso a través de las redes sociales.
Esa virtud, que no posee el desafortunado don nadie,
causa su envidia y quiere treparse a ella. Pero no puede, porque ni siquiera
sabe escribir bien su apellido, porque “escazes”, a diferencia de Zelaya, lleva
la “z” al final: “e-s-c-a-s-e-z”,
como la que existe en tu cerebro… ¿entendiste?... Inútil, te estoy hablando a
ti…
Aun así, el malescribiente tiene la frescura de
presumir de literato, garabateando unas estrofas huecas y sin talento con una
frase que le escupe del cielo, porque es él quien cree que porque aprendió el abecedario (¿con
ch o sin ch?) ya puede escribir. Pero no es así, porque para escribir no solo
hace falta talento sino, estudiar, aprender y tener modestia, mucha modestia
para aprender.
Quisiste hacerte el gracioso, pero carente de
ingenio y élan, eso es imposible sobre todo cuando se vive
pateando latas en la mediocridad. Por lo menos hubieras leído y estudiado a
Sofocleto, o a sus antecesores, Greguerías de Gómez de la Serna, Aguafuertes
Porteñas de Roberto Artl, Siquiera, las comedias de Moliere, como Médico a
palos, donde hay un personaje que se te parece. Y si de insultar se trata,
hasta para eso se necesita talento, como señala Cyrano de Bergerac. Pero eso es
mucho pedir para quien cree que para debatir ideas solo basta con poner la “chaira”
sobre la mesa.
Porque eso fue lo que hizo en un debate, en el que
parecía que se jugaba la vida, cuando amenazó al auditorio con llevarlo a la
Corte si alguien se atrevía a cuestionar su título de doctor. Sin tomar en
cuenta que en EEUU él no es nada. Su título (no sabemos si realmente hizo
doctorado en abogacía), no está revalidado en este país y eso es lo que cuenta.
Por eso aquí el único título que mereces es el de Mediocre.
Pero su amenaza cayó en saco roto porque se quiso
trepar, como Chita a los brazos de Tarzán, en la presunción de que puede emular una cobarde demanda hecha
contra un medio que, como comentan muchos peruanos, tiene solo propósitos de amedrentar,
intimidar, amordazar, de hacer callar. Pero este don nadie no puede hacer lo
mismo porque para hacer demandas se necesita e$o que tú no
tienes.
Pero acá hay algo de fondo, ¿cual es la razón por la
que éste don nadie se lanza contra quien no puede? Acá hay un tono político en
el asunto. Perdió las elecciones y en lugar de agradecer la simpatía que muestra
por él su paisano, que escribió una nota solidaria resaltando lo desleal de sus
partidarios fujimoristas que, al final lo dejaron solo, este pésimo escribidor,
que tampoco sabe de reciprocidad y mucho menos de leer, no entendió el mensaje
y arremetió… pero para estrellarse contra la pared. ¡Ay!
En el mentado debate fue acusado como
fujimontesinista, pero creemos que no llega ni siquiera a eso. Apenas es
fujimorista.
Permítase una explicación: el fujimorismo es como una
rata sin cerebro, el cerebro lo puso siempre Montesinos. Por eso, ahí tenemos a
Fujimori preso, nuevamente juzgado y dando lástima con ese peluquín a la moda
de caído del palto. Carente de dignidad, Fujimori hoy busca lástima.
El fujimorismo pretende olvidar que tuvo su época
como “fujimontesinista”. Porque
Montesinos, no obstante ser un criminal, mostró inteligencia y una astucia maquiavélica en el
manejo del Estado y en la política, de la que hasta hoy depende el fujimorismo
para hacer lo único que justifica su existencia: liberar al preso por ladrón y
genocida.
Y aquí quedamos. Puedes sentirte satisfecho, don
nadie, porque ya lograste que hablaramos de ti. Pero ahí queda. No vamos a
entrar en debates ni volveremos a contestarte. Don nadie, solo eres un ridículo
personaje que se hizo entrevistar en un medio televisivo usando 40 minutos para
mendigar entre sollozos que Páginas Libres TV, te conceda una entrevista, que
nunca llegará porque no tienes nada que decir, de ti no hay nada que aprender.
No te vistas, don nadie, que no vas a ninguna parte.
Para ser dirigente se necesitan ideales, para ser escritor se necesita vocación
y estudio, para ser empresario se necesita una buena dosis de astucia.
Para ser lo que tu eres, no hace falta cerebro. Por
eso estás sentenciado a ser solo un fujimorista de pacotilla hasta que tu líder
cumpla su condena.
Prensa Libre
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