Otra más de los íntimos
García-Kouri
Por
Jimmy Calla
Muchos
ya han olvidado que hace un año el fiscal superior Marco Guzmán Baca solicitó cinco años
de prisión para el exalcalde del
Callao, Álex Kouri, por irregularidades en la concesión para la construcción de la vía
expresa de la avenida Elmer Faucett. Finalizado el caso
que se abrió al respecto, dicho letrado solicitó a Kouri el pago de S/. 200 mil (poco sencillo para este
corrupto) de reparación civil a favor del Estado, así como la inhabilitación política por 5 años, en
el ejercicio de cualquier cargo
público por el delito de negociación
incompatible. Guzmán Baca también
pidió, por el mismo delito, para otros cuatro exfuncionarios de la comuna del Callao una condena de
cuatro años de prisión y el pago
de S/. 100 mil a S/. 400 mil en reparación, así como al consorcio argentino Convial implicado
en el caso.
Es necesario
recordar que, el Decreto de Urgencia número 052-2009 posibilitó que se
destinara la suma de quinientos once millones, quinientos setenta y cuatro mil doscientos
setenta y tres (511’574,273.00) nuevos soles para “el mejoramiento de la Avenida Néstor Gambetta-Callao” y que
transcurrido más de 5 años, esta avenida famosa por los faenones de la mafia de
Alan-Kouri-Moreno y sus seguidores, todavía no ha sido terminada. Lo de
“urgencia” fue porque el capo-panzón Alan García, firmó el Decreto que “Declaraba de necesidad nacional el Proyecto de
Mejoramiento de la Avenida Néstor Gambetta-Callao, que incluye el acceso al
Terminal Portuario del Callao”.
Ese fue
solo un pretexto porque el objetivo real fue asaltar el Tesoro Público con
medidas -dizque- extraordinarias y de “necesidad pública” para de sacarle la
vuelta a la ley de licitaciones y a la Contraloría, permitiendo que se
cristalice en suculentos ingresos la conocida y desmedida ambición por el vil
metal de estos sujetos.
Los
acuciosos peritos sobre construcción de puentes, carreteras, pistas y veredas,
señalan que el costo de este proyecto no debiera sobrepasar los 100 millones de
soles. Cuando anunció el inicio de la
obra, Alan García Pérez tenía un vaso de cerveza en la mano y brindó con su cómplice en este nuevo robo: Alex Kouri.
García, señaló que la obra, se llamará Autopista Néstor Gambetta, y que estaría lista para fines del 2010 (estamos 2014). Lo que no dijo es que, a
pesar de que casi la mitad del presupuesto del proyecto procede del gobierno
central, la ejecución de la obra se encargaba, en exclusiva, al gobierno
regional del Callao, presidido, entonces, por Alex Kouri, el consorcio Convial,
el mismo de los terrenos de Ventanilla vendidos a su propio abogado, etcétera. La
misma corrupción de siempre ondeaba en el primer puerto del Perú.
Como
el Decreto de Urgencia 052 habla sólo de “Mejoramiento de la Avenida Néstor
Gambetta” resulta obvio que la inversión tiene que ver, básicamente, con los ya
existentes 6 kilómetros y 310 metros que tienen dos vías.
No se
trató de “ejecutar” una nueva autopista –como maliciosamente difundió la
agencia Andina de esa época, el día del brindis de García con Kouri. Se
trataba, entonces, de mejorar la ya
existente.
Hipotéticamente
pensemos en un paradigma-ladrón, un
ejemplo ya duramente criticado, podemos llamarlo Carretera Interoceánica del
Sur. Sabemos que por cada kilómetro de la Interoceánica, los constructores han
cobrado un millón de dólares, (fuera de muertos y heridos). Y lo que se habría
hecho y está por verse con la Avenida Néstor Gambetta, que es una autopista de
cuatro vías –dos por cada lado- eso nos lleva a dos millones de dólares por
kilómetro. Si multiplicamos dos millones por siete kilómetros (son 6 kilómetros
y 300 metros), llegaremos a la suma de 14 millones de dólares (es decir, 42
millones de soles, precio del
dólar de esa época).
Imaginémonos
que a los “capos” García y Kouri les llega, como un ventarrón, la emoción
social, una alta sensibilidad vial por el servicio de la comunidad y de los
sufridos camioneros chalacos que rompen los muelles de sus carros a cada rato; y
no quieren solo MEJORAR sino construirlo todo, demolerlo todo y empezar de
nuevo. Como la norma genéricamente habla de casos no previstos, aun en ese caso
muy pero muy extremo, estaríamos tratando de 25 kilómetros de autopista (ojo
que es un supuesto) a dos millones de dólares el kilómetro, el total arrojaría
la suma de 50 millones de dólares, es decir, con abundante generosidad, cerca de 150 millones de
soles. Repetimos, a precios de la observada y muy criticada Carretera
Interoceánica.
Ahora
bien pensemos en los imponderables, como que se salió el río Rimac, de su cause, hundiendo
una parte de la pista y que un avión intempestivamente se desplomó destruyendo, también, otra parte
importante de la pista; que, para mala suerte, se producen desgracias
ambientales, que nunca faltan, generando tragedias personales (que no
deseamos), por lo que el desembolso del seguro para indemnización de las hipotéticas víctimas hace un forado al
presupuesto; que la demora de las maquinarias por equis razones; que el pago por
expropiaciones a las personas que habitan algunos terrenos ha sobrepasado lo
calculado; que el error de cálculo de un topógrafo genera gastos no previstos,
etcétera, y supongamos que todo estos accidentes se valorizan en: ¡cien
millones más! (es mucho).
En el
caso supuesto, considerando las peores adversidades, y calculando con exageración, estaríamos hablando de 250 millones
de soles… no de 511 millones de soles.
Kouri,
para torear este latrocinio, dijo ante la prensa enajenada y complaciente con
la corrupción, que la remodelada autopista Gambetta costaba así porque pasaría
por debajo (subsuelo) de la segunda pista de aterrizaje
del aeropuerto Jorge Chávez, convirtiéndose en un hazmerreír por dicha
opinión.
Los
capos Alan García y Kouri se están levantando al menos, 250 millones de soles
que seguramente, en parte, serán invertidos en la campaña para el 2016, de cara
a la presidencia de la República y para el futuro congresista del Callao. Por
eso brindan malévola y cínicamente a vista y paciencia de la opinión pública. Piensan que con
este robo estarán garantizando el voto cautivo del Callao.
Aunque
le pongamos hilos de oro, plata y hasta aire acondicionado, a la estafa García-Kouri,
llamada a todas luces Autopista Néstor
Gambetta, a estos dos mercaderes de la política criolla les está saliendo
bien este nuevo asalto, teniendo como “campanas” al Poder Judicial en
complicidad con el Ministerio Público.
El pueblo
chalaco al ver a García y Kouri haciendo un brindis sobre su pobreza -no es la primera vez-
siente de nuevo que está siendo timado por los mercaderes de la política de la clase dominante.
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