domingo, 2 de febrero de 2014

LA YUCA DE LA HAYA

PREGUNTAMOS: Si el Perú hubiera firmado la Convención del Mar (como lo han hecho Ecuador y Chile que también se asignan las 200 millas), ¿la Corte de La Haya hubiera cedido 12 millas en lugar de 80? ¿Por qué Alan Garcíá no quiso firmar la Convención?

Cada día que pasa esclarece el verdadero logro de la sentencia de La Haya: una yuca. Sí, como las de Fujimori.

Nos preguntábamos el por qué, ante una de las informaciones de diversos medios, respecto a una exigencia chilena de que Perú firme la Convención del Mar, para proceder al cumplimiento de la sentencia del tribunal con sede en Holanda.


Y da que pensar esa exigencia. Pues todo sugiere que hubiera sido mejor que Perú firmara antes de
proceder con lo de La Haya, la susodicha Convención de las Naciones Unidas que, entre otros, sostiene que todos los países tienen derechos totales llamados “mar territorial” hasta las doce millas, luego de lo cual pueden haber acuerdos para una zona económica exclusiva (ZEE), una extensión de mar que puede alcanzar hasta las 200 millas, como el documento que Perú firmó con Ecuador y Chile el 18 de agosto de 1952, llamado Declaración de Santiago en el que proclamaron "la soberanía y jurisdicción exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de sus respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas".

Se debe recordar que hasta 1967 sólo 25 Estados mantenían el límite de la 3 millas marinas, 66 habían fijado un mar territorial de 12 millas marinas y 8 habían fijado un límite de 200 millas marinas.

Pero es el caso, nos preguntamos, de que si Perú hubiese firmado la Convención del Mar, que se hizo posible para todos los Estados a partir del 10 de diciembre de 1982 (Ya para entonces, el almirante Guillermo Faura había publicado su libro El Mar peruano y sus límites, proponiendo la línea equidistante como frontera marítima entre Perú y Chile) ¿no hubiera eso hecho posible de que en el peor de los casos, La Haya en lugar de concederle a Chile un paralelo de 80 millas éstas solo se hubieran extendido 12 millas? ¿No se le ocurrió esa posibilidad a los genios del gobierno del panzón García que hoy saca el pecho, o la panza, como si hubiera obtenido una gran victoria, cuando a la luz de los hechos es todo lo contrario? ¿O es que corrían tiempos en que el hombre tenía miedo de que “los chilenos se fueran a molestar”?

¿Por qué los medios, hoy monopolizados por los Miro Quesada (los mismos que durante la Guerra de 1879, se pasaron a favor de la invasión empujada por los ingleses), mienten al decir que si Perú firma la Convención del Mar de las NNUU, perdería sus derechos sobre las 200 millas? ¿No es cierto acaso que Ecuador y Chile han firmado la Convención y asimismo se asignan las 200 millas desde 1952 y no han perdido sus derechos autoasignados?

Lo cierto es que los verdaderos impulsores de una equidistancia, eran los pescadores de Tacna a quienes la guardiamarina chilena abusivamente acosaba para quitarles sus embarcaciones imponiéndoles multas que iban por encima del costo real de estas. Los tacneños no consiguieron nada y la policía guardacostas de Chile azuzada por el gobierno de Santiago que tiene como política de Estado la hostilidad contra los pescadores peruanos (y chilenos también, toda vez que su Estado favorece a las corporaciones transnacionales), lo que impide la natural solidaridad entre trabajadores.


En fin, llegará el día en que acaben esas fronteras que solo dividen a los de abajo para que reine el capitalismo, en medio de una división que se da hoy entre los trabajadores que se reclaman de patrias que solo existen contra ellos, y que empujan a guerras fraticidas. Para eso luchamos hoy desde las trincheras de Prensa Libre. (KB)
Pescadores de Tacna: "Solo ganamos una mecida"

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