Desde que el agua dejó de ser un bien de todos, una supuesta “creación divina para que todos los seres humanos la compartan”, distintos
gobiernos, respondiendo a la nueva religión del mercado, que es bendecida por todas las iglesias sin excepción, han querido privatizar o concesionar el derecho
al agua, de ahí la importancia de la defensa y de este derecho irrenunciable de
nuestra población.
SEDAPAL significa Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima. El problema es la insuficiencia de cobertura de
servicios, como en Pachacútec (Ventanilla), donde Alan García in
situ ofreció el oro y el moro destinando, incluso, partidas económicas
que no se sabe dónde fueron a parar.
Pachacútec y otros
pueblos marginales y, principalmente rurales, siguen pidiendo a gritos este
líquido elemental. Pero a la mala gestión del Estado fujimontesinista, se agrega la pésima calidad en la prestación de servicios que pone en riesgo la salud
de la población: los contratistas no hacen un buen trabajo, la deficiente
sostenibilidad de los sistemas que se desarrollan, para colmo, produce aniegos,
a lo que se suma la corrupción de funcionarios tal como se dio en el gobierno
aprista.
En el quinquenio
de la corrupción en la compra de medidores y obras, más de S/.1,200 millones fueron
destinados a la ejecución de obras, pero solo fueron adjudicados a nueve
empresas. Por eso la corrupción en SEDAPAL, tiene que investigarse y la
sociedad civil tiene que estar atenta, a este serio problema. Ya que existen delitos
debidamente probados de enriquecimiento ilícito, cohecho y tráfico de
influencias, entre otros, por parte de exfuncionarios de dicha entidad.
Entre ellos los ministros y exviceministros de Construcción y de Saneamiento Víctor López y Carlos Arana, el
exparlamentario aprista Julio Herrera
y el extitular de Vivienda Juan
Sarmiento.
Se
tiene información
que hay acto doloso en la compra e instalación de
un millón 104 mil medidores, cuyos precios han sido sobrevalorados con alevosía
y premeditación. Ahí está latente la sobreestimación del valor referencial
de los costos de materiales previstos por un monto de S/.53 millones, lo
que permitió el incremento de los valores de otras actividades.
“Los hallazgos
detectados por la comisión en el proceso de adjudicación del Concurso Público
del Servicio Integral de Actividades Comerciales derivaron en un incremento del
monto total de contratación, estimado en S/.107’286,512.27, sin mayor
sustento técnico o legal”, consigna el informe de la Megacomisión.
También se ha establecido que más de S/.1,200
millones destinados a la ejecución de obras fueron adjudicados por la Gerencia
de Proyectos a solo nueve empresas “en forma individual o a través de
consorcios con otras empresas”, trastocando la norma.
A esto se agrega la
compra de dos plantas de tratamiento de aguas residuales para San Bartolo a la
empresa TFKC Reprex.
Dicha empresa TFKC
Reprex del ex futbolista Julio César de Andrade Moura, más conocido como Julinho,
está involucrada en una timada negociación con la empresa estatal SEDEPAL por
una obra concedida cinco días después de haberse constituído la empresa y cuyo
contrato suma 13 millones 600 mil soles.
El contrato, firmado en diciembre de 2008, consistía en la construcción de dos plantas de saneamiento para evitar que el balneario de San Bartolo siguiera contaminándose. Pese a haber sido declarada en estado de emergencia a fines de 2008, la obra aún no ha sido culminada, como debe ser ya que persisten irregularidades que de todas maneras el Poder Judicial deberá investigar y sancionar, e intentar reivindicarse ante la opinión pública.
El contrato, firmado en diciembre de 2008, consistía en la construcción de dos plantas de saneamiento para evitar que el balneario de San Bartolo siguiera contaminándose. Pese a haber sido declarada en estado de emergencia a fines de 2008, la obra aún no ha sido culminada, como debe ser ya que persisten irregularidades que de todas maneras el Poder Judicial deberá investigar y sancionar, e intentar reivindicarse ante la opinión pública.
Cabe mencionar que
TFKC Reprex, la empresa donde Julinho es dueño del 50 % de las
acciones, se constituyó el 27 de noviembre de 2008 con sólo 3 mil soles. Siendo
el 2 de diciembre la fecha en la que TFKC Reprex le envió a SEDAPAL una
propuesta de venta. Propuesta que inmediatamente fue aprobada bajo una
adjudicación directa, trastocándose la norma sobre licitaciones.
Ante ello Julinho, testaferro de la empresa
brasileña ha declarado que: “Yo soy inversionista, simplemente pongo mi
dinero y confío en las personas que trabajan en el proyecto para, al momento
que está todo listo, recuperar mi dinero y tener mis ganancias, nada más”.
Este acto corrupto
alcanza al exalcalde de ese distrito Jorge Barthelmes, funcionarios de SEDAPAL
y directivos de la compañía, por lo que es imperativo que la Fiscalía, asuma su
responsabilidad o de lo contrario ante la incapacidad demostrada, Peláez y
Ramos Heredia deben dar un paso al costado por su proaprismo demostrado hasta
la saciedad.
Tampoco debemos
olvidarnos de la situación del exlegislador aprista Julio Herrera, a quien la
comisión, del pasado Congreso, recomendó acusar
constitucionalmente por haberse favorecido indebidamente con el programa
de asistencia médica de SEDAPAL y haber influido en el ingreso de personas de
su confianza a puestos clave de la empresa. Por este caso, el Congreso debió suspenderlo
60 días, como lo sugirió la Comisión de Ética, pero su caso fue encarpetado y
él jamás recibió una sanción.
Se tiene que
investigar y señalar responsables de la pérdida de más de 37 millones de soles,
US$889,000 y 4.48 millones de yenes, montos que la empresa de todos los
peruanos: SEDAPAL, ha tenido que pagar al haberse declarado fundadas las
demandas en su contra en diversos procesos arbitrales. En el quinquenio de la
corrupción SEDAPAL no ha ganado ningún litigio.
También se tiene
que ser vigilante del informe pormenorizado del secreto bancario de Umberto
Olcese Ugarte, Ingeniero de Proyectos de SEDAPAL, entre octubre del 2003 y
octubre del 2006. Luego pasó a ser jefe del Proyecto Mejoramiento Sanitario de
las Áreas Marginales de Lima (PROMESAL), entre el 2006 y el 2011, y fue el
brazo derecho dentro de la empresa del excongresista Julio Herrera, con quien
constantemente se reunían en opíparos almuerzos, dizque de trabajo.
Umberto Olcese
Ugarte transfirió US$ 409,000 de una cuenta del Banco de Crédito hacia otra del
Atlantic Secutiry Bank, de George Town, centro administrativo de la isla Gran
Caimán, usados por los corruptos de todo pelaje; paraíso fiscal ubicado en el
Caribe.
Este sujeto,
Olcese Ugarte, que hizo saber a todo visitante su “probada” militancia aprista,
que se reunía con los dirigentes vecinales apristas y que participó en 14
comités de selección de obras, no solo presidió los comités de selección de
obras de PROMESAL –el programa que dirigía– sino que también formó parte de los
comités de selección de la Gerencia de Proyectos y Obras.
El monto total
adjudicado en obras por PROMESAL, entre el 2006 y 2011, y bajo la conducción de
Olcese, ascendió a más de 2 mil millones de soles.
A este corrupto,
punta de lanza del partido aprista en SEDAPAL se le ha hallado viajes al
extranjero con parte de la plana gerencial de SEDAPAL. Y es que PROMESAL
pertenecía a la gerencia general, que estaba a cargo de otro corrupto como
Jorge José Barco Martínez.
En noviembre del
2009, Olcese y Barco viajaron para la verificación de la tubería DN 2000 mm en
la fábrica Saint Gobain en la ciudad de Pont-a-mousson en Francia. En mayo del
2011, ambos viajaron hasta las instalaciones de la Planta de Tratamiento y
Emisores de Miami ubicada en Florida, en Estados Unidos.
A Jorge Barco
Martínez se le debe acusar de colusión, omisión de actos funcionales,
negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo.
La sociedad civil
debe movilizarse para impedir la impunidad a estos corruptos, solo ello
garantizará que se descubra toda la verdad. No esperemos nada de los medios de
comunicación, que se han convertido en medios de incomunicación y de la
frivolidad mediática.
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