Director ‘Caracol de Agua’
Si de veras logramos desburocratizar y
desestatizar la sociedad cubana -no voy a repetir las palabras de Santa Clara-
si de veras lo logramos, por fuerza, la sociedad en su conjunto tendrá otro
rostro -me perdonan las r- ese otro rostro será, para mí, el de la sociedad
verdadera. Es decir, reencontraremos, no porque antes haya existido, sino porque
ha existido siempre en los sueños, en los propósitos de la Revolución desde el
principio, encontraremos el rostro verdadero de la sociedad que soñó la
generación de la que formo parte".
Alfredo Guevara: bueno, buenas tardes de nuevo. Gracias a
todos por su presencia, ya sé que todo ha sido un poco tormentoso, también lo
es para mí. Lo es para mí porque llevo un año o poco más de un año teniendo
encuentros en las distintas Facultades y centros de estudio de nivel superior a
voluntad propia, y también invitado, pero siempre de algún modo ofertándome,
porque creo que en estos años de mi vida, después de tanto vivir y de tanto ver
y hacer, es un período que quiero que esté ante todo, ligado a los jóvenes, a
los jóvenes universitarios en los que tengo puesta la esperanza del futuro, y
con mayor razón en los últimos tiempos, cuando siento -ya lo sentía venir-
siento que tal vez vamos a encontrar el camino, el camino que nos salve de este
largo período de dificultades, dificultades que no van a cesar, desde luego, porque
no dependen de nosotros, pero creo que las decisiones tomadas, ya tomadas
públicamente a partir de diciembre, y en medio de las cuales estamos -no veo
todo lo que quisiera ver ya en el mes de marzo, pero no pierdo la esperanza-nos
conducen a una situación en la cual, por fuerza, tendrán que producirse cambios
profundos en la estructura, el comportamiento y los fines de nuestra propia
sociedad. Yo he dado en llamarlo desde el encuentro que tuve con los
estudiantes en la Universidad Central de Santa Clara, desestatización, palabra
que no ha adoptado más nadie, pero que a mí me encanta. De todas maneras,
algunos, alguien, me ha dicho: “bueno, ese es tu lenguaje y así tú te
expresas”.
Yo creo que si de veras logramos desburocratizar y
desestatizar la sociedad cubana -no voy a repetir las palabras de Santa Clara-
si de veras lo logramos, por fuerza, la sociedad en su conjunto tendrá otro
rostro -me perdonan las r- ese otro rostro será, para mí, el de la sociedad
verdadera. Es decir, reencontraremos, no porque antes haya existido, sino
porque ha existido siempre en los sueños, en los propósitos de la Revolución
desde el principio, encontraremos el rostro verdadero de la sociedad que soñó
la generación de la que formo parte.
Yo seré lo más breve posible en esta introducción, pero
no puedo dejar de decir que desde las palabras de Fidel en el Moncada y el
diseño de los objetivos que tenía que cumplir de inmediato la Revolución, no
los únicos, quedó claro lo que después se hizo realidad, es decir, la alfabetización;
el reencuentro de la sociedad de las ciudades, -que es la sociedad propiamente
dicha- y el campo, diseminación de los campesinos. En ese momento se produjo
ese reencuentro porque la alfabetización llevó a los jóvenes, especialmente de
las ciudades, a las zonas agrarias, al acercamiento a los campesinos. Y otras
decisiones y prácticas, que ya eso era un encuentro, atrajeron a los campesinos
hacia las ciudades, donde por miles y miles…descubrieron a sus iguales
diferentes, los citadinos.
Yo tuve la posibilidad excepcional, mi familia vivía, mis
padres, en uno de los pent-house del edifico FOCSA, que como ustedes saben es
cóncavo, y desde la ventana de la casa de ellos yo veía a los niños y
adolescentes de las montañas que vinieron a estudiar a la capital, y descubrí
algo que como habanero no tenía claro a pesar de que conocía todo el país, y es
ver al mismo tiempo., niños y adolescentes blancos, negros, mestizos e indios,
es decir, como venían de las montañas orientales también, lugar que fue refugio
de la población originaria de Cuba, allí se mantuvo esa estructura física
racial, étnica, y ahora han pasado 50 años, creo que la mescolanza que hay en
Cuba, el ajiaco que se ha armado en Cuba con las etnias, las diversas culturas
y los diversos orígenes, ya borró eso. Pero yo tuve la oportunidad excepcional
de ver aquel mundo prácticamente desconocido, y que invadió La Habana.
Del trazado de aquel programa inicial siguió el
seguimiento. Lentamente, pero finalmente se alcanzó el noveno grado, y hoy
-repito siempre la cifra- tenemos más de un millón de universitarios, más de un
millón de universitarios mal utilizados. No el millón completo, pero una parte
inmensa de esa promoción, al paralizarse el desarrollo del país, no utilizados,
Yo creo, y no quiero dejar de decirlo a grandes rasgos,
yo creo que se atrasó, con la caída del falso campo socialista -ya era más que
falso cuando se derrumbó, incluyendo la Unión Soviética- falso en cuanto a
socialista y falso en cuanto a sociedad…, nos la pintaban con determinadas
características totalmente inexistentes, y puedo asegurar que no es una
especulación teórica porque lo conocí de cerca y viví de cerca el carácter de
la nomenclatura de aquellos países.
Yo recuerdo que visitaba una vez cada dos años la Unión
Soviética, y una vez cada dos años la antigua Checoslovaquia para los
Festivales de Moscú y de Karlovy Vary, en esas ocasiones nos reuníamos los
ministros -porque esa era la categoría- los ministros del cine, y pude darme
cuenta, salvo el caso del ministro de Hungría, los otros eran verdaderos
farsantes, verdaderos farsantes, yo tenía que simular, pero allí se cantaba
victoria como si estuviéramos venciendo a Hollywood, que no solo no lo
estábamos venciendo, sino que no lo hemos vencido y no va a ser fácil de vencer,
y tal vez no deba ser vencido, porque Hollywood es también…, Hollywood es dos
Hollywood: la producción “b”, que es la que llena las televisiones, la que lo
envenena todo y lo estupidiza todo con la complicidad de nuestros dirigentes de
nuestros medios de comunicación.
Pero hay un Hollywood maravilloso de películas
extraordinarias, de artistas, directores y guionistas más que progresistas, que
yo puedo decirles por el tiempo que dirigí el ICAIC, que eran puros amigos,
puros aliados, y que hoy desde la dirección del Festival Internacional del
Nuevo Cine Latinoamericano tenemos hasta la complicidad de ellos, porque no
pudiendo tener a veces las películas porque los productores las niegan; los
directores o alguien de la producción de las película se encarga de hacernos
llegar las copias para la participación en el Festival, y en algunos casos,
oficialmente, tenemos la presencia de las películas, a veces, tal vez ustedes
no se den cuenta porque no ponemos énfasis en ello para no comprometer
demasiado, pero más de una vez alguna película norteamericana de las grandes,
de las que tienen significación, ha sido estrenada en el Festival Internacional
del Nuevo Cine Latinoamericano antes de su lanzamiento internacional y aún en
el territorio norteamericano. Bueno, hay después la serie “b”, esta que se
encarga nuestra televisión de popularizar tanto y que yo espero que modifiquen
esa política sin que pase tanto tiempo, y bueno, se acabó esta parte.
Yo creo que se dieron las condiciones en el año 90,
alrededor del año 90-91, derrumbe del campo socialista, es el momento en que
tenía que producirse lo que está pasando ahora. En aquel momento nuestra
dirección, que ya tenía una masa -la palabra masa es horrible- tenía un número
suficiente -retiro la palabra masa- un número suficiente de graduados
universitarios en especialidades, etc., de cuadros jóvenes que podían haber
pasado el mando, no haber pasado el mando, tenía que haber comenzado el
tránsito de nuestra generación hacia la generación joven. Pero como ustedes
saben, ese derrumbe destruyó las bases de nuestro desarrollo económico
momentáneo, que no era un súper desarrollo económico, pero se sentía que íbamos
avanzando prudentemente, pero teníamos una dependencia estructural con el CAME
que provocó que realmente la cúpula de la Revolución tuvo, ante todo, que
buscar soluciones para la sobrevivencia.
Han pasado los años, han pasado muchas cosas, no soy yo
por lo menos, -ya vendrán otras generaciones que se encargarán de pedirnos
cuenta- quien voy a hacer el resumen de los errores cometidos que han sido unos
cuantos, prefiero detenerme, como lo he hecho, en los puntales que se
establecieron para poder dar el salto que estamos obligados a dar.
Yo debo decir que llego a esta Facultad -yo no sé si los
que están aquí son todos de Química- bueno, pero hay sobre todo de Química.
Ustedes me invitaron a hablar ante los estudiantes de Química y yo acepté
entusiasmado porque quiero estar en contacto con ustedes los jóvenes
universitarios en dondequiera que estén, pero, realmente, ya se me pasó el
susto, pero yo venía aterrado, porque hasta ahora todas mis reuniones han sido
con estudiantes relacionados de un modo u otro con las Humanidades, Y yo tengo
la convicción, y quiero ver algunas cosas que quiero plantear a nuestros
niveles de dirección en este campo, yo tengo la opinión de que el espíritu de
las Humanidades debía estar siempre presente donde se estudie cualquier cosa, y
también en el campo científico.
Como creo -yo estudié Filosofía y Letras, pero me voy a
referir a la Filosofía- como creo que no hay modo…, en fin, considero unos
papanatas y unos hablantines a los supuestos filósofos que no saben nada de
ciencia. Yo…, desde los griegos hasta los grandes filósofos que respeto, todos
eran también científicos. En los filósofos de la cultura clásica antigua, la
época pagana, digamos, esto era explicable, porque en realidad no estaba
dividido el conocimiento, el saber, en especialidades, y la sabiduría-filósofo
quiere decir: filo amor y Sofía saber, amor al saber- en realidad no era especulación
metafísica pura, sino que era el amor al saber, pero después, en el curso de
los siglos, se han ido produciendo los niveles de especialización. Pero todos
los grandes filósofos han sido grandes matemáticos, grandes físicos…
Toda la especulación del Cosmos, del papel del hombre en
el Cosmos, en el Universo, ha estado ligado también al análisis matemático del
Universo, a la especulación, a la reflexión alrededor de ello, y diré que en
los tiempos actuales, desde hace mucho, si algo está ligado a la filosofía, es
decir, al sector del pensamiento en el que he sido formado, lo han sido, sobre
todo, la biología y la física.
Llevado a sus últimas instancias, cualquier estudio en el
campo de la biología o en el campo de la física, nos hace sumergirnos en los
principios de la vida, en los principios del sentido de la vida, en los
principios que nos hacen reflexionar sobre el papel del hombre en el mundo, en
el Universo. Estas pequeñas partículas que somos en algo que casi no logra ser
concebido, que es el infinito.
Ayer por la noche, por pura casualidad, y por pura
fortuna, en un programa de la televisión española, escuché una entrevista con
un señor que no pude…me hice un recurso nemotécnico de acordarme de Paraguay
para acordarme del apellido del señor, pero se me ha quedado nada más que
Paraguay, y voy a tener que llamar a ese gran químico, un químico parece que
muy conocido y muy notable, le diré Paraguay, el señor Paraguay me acuerdo que
era un apellido que tenía que ver algo así.,,, de origen vasco, pero es un colombiano de nacionalidad española…
(Del público le dicen Patarrayo*).
AG: ¿Patarrayo? Dios mío. Patarrayo, bueno, es mejor
decirle Paraguay que Patarrayo, pero bueno, debe ser Patarroyo. Bueno, este
señor estaba siendo entrevistado y abordó un tema que me parece muy
interesante, muy, muy interesante, muy interesante para servirme de él, quiero
decir, y también por la magnitud de lo que se trata. Es un investigador de la
vacuna y se proclama él químico, y eso me hizo pensar mucho en esa interrelación
entre química y biología, porque aunque él estaba hablando d química, de hecho
estaba hablando de biología también. El desarrolló la tesis, o informó sobre
una tesis en la que está ahí, en la práctica -él ha descubierto una fórmula de
vacuna para una determinada enfermedad, de la malaria, pero es aplicable a dos
o tres enfermedades-pero él lo que quería poner énfasis era el principio
modélico.
Él explica y muestra elementos además filmados
posiblemente en otra ocasión, de la descomposición de un insecto trasmisor en
partes, pero cuando digo en partes no es en pedacitos, sino digo llevando la
división de sus órganos, de sus diversos órganos y funciones hasta nivel
molecular para estudiar cómo recomponer los anticuerpos necesarios para la
lucha contra las enfermedades a partir del conocimiento profundo de cómo se
produce el momento en que queda aprisionada la enfermedad en el cuerpo sobre el
que actúa, el enfermo, de modo entonces de poder recomponer, pero ya aquí
empieza ahora de verdad el químico, recomponer los productos necesarios para
luchar contra las enfermedades.
Uno de los libros que más admiro y que recomiendo, por
demás, es una novela que no se encuentra, por desgracia en nuestro país, o no
sé si se llegó a ser publicada alguna vez, pero no existe ya, que es Opus
Nigrum de Marguerite Yourcenard, es la biografía, la biografía no, no es una
novela basada en el principio de “El alquimista”, no “El alquimista” ese que se
encuentra por ahí tipo Corín Tellado, esto es una gran novela de principios…,
de reflexión, de pensamiento, el alquimista aparece ante las inquisiciones como
un mago, pero en realidad es el científico en el nivel de desarrollo de la
ciencia de la época, que está investigando la unidad mínima de la materia, la
misma reflexión en que estamos desde Demócrito.
Es decir, ahora usamos -ya los griegos la usaron- pero
nos es más fácil usar la palabra átomo. Pero esa búsqueda del principio último
exige lo que este Paraguay, el Profesor Paraguay -Patarroyo- empieza a
analizar, y es la parte que más me interesó de la especie de
conferencia-entrevista que dio, deteniéndose en el modelo para lograr llegar,
modelo que en este caso también llamarle camino,. Es el modelo, el diseño para
encontrar un camino que pueda generalizarse no a una determinada vacuna, sino a
todas las vacunas, y él llega a calcular que podrá aplicarse hasta, incluso,
este maleficio del siglo, que ha sido el SIDA.
Modelo. ¿Cómo desarrollar nuestra sociedad improvisando?
Cuando se fundó el ICAIC yo fui partidario y estuve de acuerdo, en seguir el
principio de la improvisación porque no teníamos otro camino, y yo creo que en
los primeros años después del triunfo de la Revolución, cuando se habían
perdido todos los científicos, ingenieros, en fin, la mayor cantidad concebible
de los que podían servir al desarrollo del país, era necesario improvisar y
había que, no había otro camino que improvisar por aquí y por allá, donde no
hubiera quedado alguien verdaderamente preparado que ayudara a diseñar
proyectos. Pero si en aquel instante me sumé a ese camino imprescindible, soy
partidario irrenunciable del rigor. Sin el rigor intelectual es imposible se
desarrolle algo tan complejo y laberíntico como una sociedad.
Una sociedad es un fenómeno de una complejidad, de una
diversidad…, digo laberíntico porque es un camino de sorpresas permanentes y no
es posible la improvisación, hemos improvisado demasiado. Y ahora que existe
este nivel de desarrollo del país no visible como bienestar, pero sin embargo,
potencial por la existencia de lo que ustedes van a ser, en tanto que son
estudiantes, y de lo que son este millón de universitarios y estos millones de
personas preparadas. Porque claro, si nos movemos en las calles, en las calles
de la Habana, no vamos a ver casi ni instrucción, vamos a ver chusmería, pero
eso no define la sociedad, la ensucia, pero no la define. Yo creo que la define
la fuerza dura que estamos preparando y que hemos preparado, y que tenemos una
de las grandes tareas de la Revolución, que es aprovechar mejor la riqueza del
saber que ha sembrado, y creo que esa es una tarea imprescindible que tiene que
plantearse la Revolución ante todo: hacerse descansar en el saber.
Lo he dicho en otras ocasiones y no quiero dejar de
repetir aquí ante ustedes, que el crimen más grande que podemos cometer es
aceptar que la ignorancia se ocupe cargos, -claro, encarnada en personas-, que
la ignorancia tenga poder sobre los demás. Y hay demasiada ignorancia en
nuestro Estado todavía, en nuestro Estado y organizaciones sociales, incluyendo
el Partido, hay demasiada ignorancia con poder sobre personas. Creo que ese es
un crimen de Estado, y es un crimen que tenemos que rectificar a fondo: ¡no a
la ignorancia!. Para poder tener poder sobre los demás hay que tener, ante
todo, verdaderos conocimientos sobre lo que se va a dirigir, y, desde luego,
una formación ética. Me detengo un momento en la formación ética y trataré de
terminar para darles paso a ustedes.
Constantemente hablamos, hablan los cuadros por aquí y
por allá, de crisis de valores, de abandono de determinados valores formativos,
Yo suscribo esa preocupación, Yo tengo esa preocupación, y creo que todos
tenemos que tener esa preocupación y poner el mayor énfasis posible en la
solución de los problemas que quedan implícitos. Pero hay que preguntarse: el
problema no es hablar sobre un tema; el problema es encontrar soluciones para
ese tema. Por supuesto, uno de los caminos es trabajar de un modo más serio la
educación desde la base, decir desde la base es desde la primera enseñanza y
aún desde el preescolar.
Yo le escribí a alguien en los últimos días, que cuando
yo era un niño estudié en una escuela primaria privada que se llamaba Instituto
Cuba, que era de la familia Castellanos-Llerena. Tuve mucha suerte, porque esa
familia había estado ligada a Martí -eran ya unos viejitos- en Nueva York, y lo
había apoyado y vivían en un estado d devoción permanente. Y los viernes, en la
escuela, teníamos nosotros en la tarde…, el viernes se llamaba “Viernes
patriótico”, y en la tarde se nos hablaba de José Martí, en fin…, eso
impresiona a un niño pequeño de un modo tremendo.
Yo creo que en esa escuela primaria nos formamos -he
perdido el hilo de otras muchas gentes que también estudiaron en esa escuela,
que siendo una escuela privada tenía fama de este carácter patriótico-
estudiamos los comandantes Antonio Núñez Jiménez -bueno, ahora tengo un lapsus-
otro comandante de la Revolución, en este caso de la Sierra; algunos artistas,
alguna gente que después fueron artistas famosos como Orlando de la Rosa, que fue
un gran compositor, etc., etc., estudiamos mi hermano Juan, fue uno de los
fundadores de la Facultad de Psicología en la Universidad de La Habana, y su
decano hasta su retiro y posterior muerte, y yo mismo, pero decenas más.
Lo pongo solo como un ejemplo de que cuando se empieza
desde el principio, la educación deja una huella; pero ese principio debe
continuar en la primaria, debe continuar en la secundaria, una educación no
solo patriótica, yo diría que una educación para la civilidad, para vivir en sociedad.
Y entonces, llegaré al final, yo creo que nuestro país,
gracias a este enorme esfuerzo que hemos hecho durante 50 años, con errores,
pero con algunas virtudes y esta es una de ellas, hemos llegado a ese período
en que se puede considerar factible tener ciudadanos, y no solo gente que vota
en las elecciones si hay elecciones, o que opina en algún lugar, que yo espero
que llegue a hacérsele caso a lo que se opina, porque uno de los principios
para llegar a ser ciudadano será que el Poder Popular deje de ser solamente
popular y sea poder.
Yo considero que podemos esperar de los cambios
propuestos, que el tejido actual, que no tiene que ser eterno, puede ser
modificado y enriquecido y que debe ser modificado y enriquecido
permanentemente, el tejido actual de poder popular existe, ¿y para qué existe?
Existe para decir que existe, pero…, yo no sé dónde viven cada uno de ustedes,
pero estoy seguro que sus padres o ustedes mismos si tienen una participación
activa en el barrio, en la demarcación, si se dirigen al delegado es porque son
de un optimismo extremo, porque el pobre delegado es un pobre diablo que ha
tenido el valor de aceptar la condición de delegado porque seguro que en el
barrio nadie quería ser delegado y él lo acepta como una disciplina del Partido,
o del Estado, o de lo que sea, porque él sabe que no sirve para nada y todos
los ciudadanos saben que no sirve para nada.
Pero si nosotros reviviéramos ese tejido que realmente se
intrinca por toda la sociedad, si lo reviviéramos y entonces en lugar de ser
Poder Popular fuera popular y poder, yo creo que nosotros estaríamos dando un
paso de primer orden hacia la democracia socialista que no puede ser de arriba
abajo y de abajo a arriba en conexión directa a través de 17 mil correas de
transmisión. Las correas de trasmisión han llegado a ser, en lugar de correas
de trasmisión, ya que lo invaden todo, una verdadera maleza. Es decir, una
selva intrincada en que no se ha cultivado ningún terreno. Creo que estamos en
el punto justo para llegar.
En estos momentos estudio con mi equipo, con un equipo de
jóvenes, un personaje que quiero relanzar, que nadie conoce, pero que todo el
mundo admira, que es Paul Lafargue… Paul Lafargue es el primer socialista
cubano, un santiaguero que se llevaron después a Francia que terminó siendo
después el yerno de Carlos Marx, casado con Laura, y su representante en
algunas de las reuniones de La Internacional, fundador del movimiento
socialista en España, etc., etc., y que hemos olvidado, y que debía ser un
tesoro y un ejemplo para nosotros. ¿Por qué un ejemplo?
Hay una palabra que he tenido que anotar porque cada vez
que la uso resulta que se me enreda la lengua, desaceleración. Él escribió
entre sus muchos escritos literarios y políticos y ensayos, etc., escribió un
libro, un pequeñísimo libro que se llama “El derecho a la pereza”, Él, en
realidad no defendía el derecho a la holgazanería, sino el principio,-y en
aquel momento era el siglo XIX- el momento en que todo comenzaba pero no tenía
el desarrollo de hoy. El período en que las máquinas -imagínense ustedes si
hubiera llegado a pensar en la digitalización- en el período de las máquinas
estábamos ya, -fue iluso, desde luego, parcialmente- estábamos ya en el albor
del instante en que el hombre tendría que trabajar menos, horarios reducidos, y
dedicar parte de su vida -esto es muy santiaguero y muy cubano- a la vida
intelectual y a gozar, a gozar físicamente.
A mí me encanta y por eso estoy…, es decir, no voy a
hacer mío el principio aquel que se equivocaron en un lugar de Cuba, No sé cuál
fue, pero para decir uno cualquiera diré Camajuaní, no es para insultar a los
camajuanisenses, pero anunciaron una participación cultural y cuando llegaron
los protagonistas que tenían que ser de esa manifestación cultural, encontraron
todo el pueblo con carteles que decían: “A bailar y a gozar con la Sinfónica
Nacional”, porque lo que estaba anunciado era la Sinfónica, y como no sabían
qué era la Sinfónica, y lo que sí sabían era que valía la pena echar un pie,
llenaron aquello de “A bailar y a gozar con la Sinfónica Nacional”.
No es que yo tome esa posición porque yo sé -estamos muy
lejos de eso los cubanos- si estuviéramos en una época de amplio desarrollo en
que se pudiera reducir la jornada de trabajo, la gente no iba a utilizar el tiempo
libre para cultivarse intelectualmente y de paso gozar un poquitín, sino que lo
iban a usar para ver la novela y para otra serie de tonteras más o menos
-perdón, porque yo sé que muchos ven la novela- más o menos embrutecedoras.
Entonces, he querido terminar esto de cultivarse
intelectualmente sin dejar de gozar un poquitín, porque yo creo que es un
manifiesto -las palabras de Paul Lafargue- un manifiesto que completa
perfectamente el “Manifiesto Comunista”, porque no todo es luchar por la
justicia y por el bien., hay que tener también un poco la Sinfónica Nacional
para echar un pie. Gracias. (Aplausos).
Yo quería decirles que yo agradecería mucho -sé que me
acaban ce conocer- que cualquier observación, no tiene que ser sobre las cosas
que yo he dicho, pueden irse a donde quieran, que eviten las boberías. Saquen
el estilete y aborden los temas, o las preguntas o las opiniones que quieran
expresar porque yo también debo de aprender de ustedes. Es decir, esto de
ponerme a esta altura, aquí es donde enseñan los maestros y tienen que
dirigirse a todos, pero yo no vengo como un maestro, pero también tengo esa
vocación, yo vengo también a aprender de ustedes.
____: bueno, siempre se hace un silencio ¿no?, bueno,
para romper el hielo. Yo a cada persona que veía le hacía hincapié en eso, en
que por favor, el que pudiera traer una pregunta relacionada más o menos con el
tema que iba a tratar Alfredo, que era más o menos el papel de los jóvenes en
el proceso…, yo pegunto:¿alguna pregunta?
____: Profe, yo soy alumno de la CUJAE, 5to. año de
Informática, pero me enteré del conversatorio y siempre me interesó en venir a
conocerlo a usted y a oír, sobre todo, las palabras que usted dijo. Entonces,
me causó una duda n las palabras de usted. Yo escribí mi pregunta para no pecar
de bobo, y entonces, se la voy a leer, dice: Profe, yo quisiera saber, teniendo
en cuenta las palabras de nuestro Presidente, cro. Raúl, y las suyas, sobre la
necesidad de graduar cada vez más técnicos, y las políticas de países como por
ejemplo Canadá o Alemania que ofrecen muchas prebendas a nuestros jóvenes
actualmente, o sea, para el robo de cerebros, realmente irnos para allá y
empezar a ganar dinero y todas esas cosas, y más que nada quisiera saber qué
proyectos, o ideas, o cosas, para impedir que esas cosas, que son deleznables,
pero son reales, sucedan. Muchas gracias.
AG: Dios mío, me la has puesto difícil, ¿eh? Porque
cuando…, yo no sé, porque cuando uno gana, es decir, cuando tú te gradúes, eres
alumno, ¿no? cuando te gradúes, si te ofrecen un salario maravilloso, 400, 500
pesos, y pasan 10 días del mes y no has resuelto la mitad de los problemas que
tienes que resolver para el mes completo, y viene -no está pasando así- y viene
un señor de Canadá y te toca a la puerta y te ofrece un salario de dos mil
dólares canadienses, es difícil que no te pongas a pensarlo. La única solución
es acabar de resolver los problemas de este país y de la vida cotidiana. Cuando
500 pesos no sirven para nada…
Yo te puedo decir, yo tengo otros ingresos por mi
condición de autor y porque publico fuera de Cuba, etc., pero es un caso
excepcional, o distinto, pero yo gano 700 pesos mensuales. Yo tengo, por mi
edad, tengo 85 años, y por mis conceptos de la salud, yo no soy vegetariano,
pero sé que lo más saludable es que una parte de la dieta sea en vegetales. Yo
quiero decirte que yo no llego a los diez días, yo no llego a los diez días, en
una semana, tal y como está el agro, en una semana se me fueron los 700. Por
surte, tengo familia que tienen ingresos…, me llega dinero de fuera, pero eso
es un por ciento limitado de la población. Se calcula que el 51% de la
población, de las familias, tienen algún ingreso que les llega de fuera.
Yo puedo decirte en mi experiencia no con informáticos,
pero en mi afán de ampliar, de renovar la Casa del Festival, organizadora del
Festival, pero no solo organizadora del Festival, sino que durante el año
organiza seminarios, Hemos hecho la Enciclopedia del Cine Latinoamericano, que
ya se terminó, pero hace muy poquito, es decir, que hay otras tareas y deben
ser especialistas los que trabajen conmigo, etc., etc., gente con calificación,
óyeme, para renovar, es decir, para rejuvenecer la Casa del Festival el trabajo
que cuesta no tiene nombre, pero la clave es que no les puedo ofrecer un
salario parcial en dólares, en divisas, en CUC, porque no hay modo, y entonces,
todos los jóvenes graduados del sector audiovisual, o casi todos, sobre todo si
tienen talento, tienen chance de buscarse algunas divisas. ¿Cómo?
Se ha producido un mercado parecido al que tú estás
describiendo, pero no se llevan a los cuadros, sino aprovechan que les tienen
que pagar menos en el país, y vienen las compañías extranjeras, las grandes
empresas, las que tú no puedes imaginar a hacer los anuncios y los spots publicitarios
a Cuba. Entonces, en cuatro o cinco días un muchacho graduado de audiovisuales,
o que se ha destacado de algún modo con su talento en el campo audiovisual, se
puede ganar 50, 100, 200, 300 CUC, que le dura para tres o cuatro meses, y
después le cae otro, pero así hay veintenas, no decenas, veintenas de muchachos
y muchachas que están haciendo ese trabajo en Cuba.
Como se aprovechan los países tercermundistas, nosotros
no somos exactamente un país tercermundista, pero se aprovecha el trabajo barato,
porque eso lo tendrían que pagar, con lo que gastan en Cuba en el total de la
filmación 5, 10 mil, 15 mil el equivalente en dólares, en sus países tienen que
pagar 50, 60, 70, 100 mil, 200 mil hasta un millón cuando el producto es de
alta significación.
Te dije me la has puesto difícil porque si nosotros no
resolvemos nuestros problemas de verdad y rápidamente, pedirle a los jóvenes
que,,, porque a lo mejor tú, o tu familia u otros a quienes les pueda llegar
una oferta, tienen un vida más o menos aceptable en el centro de su familia,
pero por ejemplo, yo tengo un amigo, un gran escritor, uno de nuestros grandes
escritores, no voy a decir el nombre ahora, que vive fuera, tiene SIDA y acaso
pueda morir o no, es lo que más deseo, pero, ¿por qué se fue? Bueno, quiero
decirles, un día estaba luchando por una permuta, y no había modo de que la
lograra y que se la autorizaran, sobre todo, y un día estaba escribiendo, taca,
taca, taca, ta, en su casa, y de buenas a primeras estaba en la casa del
vecino, en los bajos, porque se hundió el piso y por suerte no se lastimó
seriamente, y no pasó mucho tiempo y se fue para España, donde es famoso como
escritor, no es un enemigo de la Revolución, pero Dios mío, depende también de
cómo vive y de cómo pueda soportar la situación, es decir, son muchos factores.
Pero no le echemos la culpa a los canadienses solamente,
tienen una parte de la responsabilidad, no le echemos la culpa, a lo mejor, a
la debilidad política del que se va. Aceptemos, 33, 33 y 33%, y el Estado
cubano, la sociedad cubana tiene que resolver el problema, son urgentes, hay
que resolver los problemas con urgencia. Y yo, a esta edad, me siento
responsable de todo lo que ha pasado en Cuba, lo malo y lo bueno, me digo:
todas mis esperanzas, la verdad, están en que la desestatización y la
desburocratización de la sociedad cubana, conduzca a una sociedad en que la
creatividad de las personas se desencadene y sea tomada en cuenta seriamente.
Hay una experiencia, perdónenme que yo me extienda en
esto -pero yo me extiendo en todo- hay una experiencia tremenda, que no estamos
copiando al 100%, aunque hay muchos elemento ya probados. Viet Nam hizo esto y
despegó. Es decir, Viet Nam tiene ochenta y tantos millones de habitantes, y en
Viet Nam -cómo pudiera decirse- se rompieron las barreras que estamos tratando
de romper -hay muchas más- que estamos tratando de romper, y se produjo una
explosión del capital interno, es decir, no de capital de inversión externa,
sino del capital interno. Nosotros necesitamos la inversión externa también, y
también ellos, pero el golpe inicial lo dio una explosión de la riqueza propia.
Cuando en los primeros discursos de Raúl enmarcó lo que
sabíamos hasta cierto punto los capitalinos, los citadinos, que el campo estaba
lleno de marabú y que las tierras estaban abandonadas, y que no había
producción pudiendo haberla, y se abrió este…, ahí estamos triunfando sin que
todavía sea lo que debemos producir, pero en el campo, es decir, la revolución
agraria, esa se está produciendo, ahora, la revolución de desestatización está
muy lenta. Yo creo que tenemos que transformar la sociedad, o si no, seremos
presa del robo de cerebros inevitablemente.
____: bueno, yo soy Profesor de la Facultad de Química
específicamente…AG: habla despacio, porque eres Profesor, pero oye, si le
hablas así a los alumnos…
____: no, la pregunta tiene relación, por eso me adelanté
a la otra persona que iba a preguntar, porque tiene relación con esto que
estamos tratando, y es más bien que en la Facultad de Química se ha dado este
fenómeno con mucho auge, sobre todo después de los años 90, que muchos
Profesores van al extranjero, por supuesto para fomentar su superación, y se
terminan quedando allá precisamente por las facilidades que tienen
económicamente en esos países.
Entonces, precisamente ahora con el proceso de los
Lineamientos, uno de los puntos que yo tuve en la Facultad de los Lineamientos,
fue si se podía considerar la posibilidad de que muchos de esos Profesionales
que nosotros hemos graduado en nuestro país en años anteriores y que
actualmente se encuentran en esos países diseminados, muchos en Europa, muchos
también en Canadá fundamentalmente, la posibilidad de que el Gobierno
contemple, dado el hecho de que muchas de esas personas se fueron por razones
económicas, no por razones políticas, me parece que es así, fomentar el
intercambio y, vamos a decir, tratar de atraer a esas personas de nuevo a que
construyan, a que hagan en su propio país, o sea, si esa posibilidad es
posible, si usted conoce que eso se haga en otros países y la posibilidad d
implementarlo en Cuba, ¿qué usted cree acerca de eso?
AG: estoy convencido, no quiere decir que tenga el poder
de aplicarlo, estoy convencido de que será necesario tener una política de
acercamiento que, desde luego, tendrá que ser evaluativa, ¿no? depende no solo
de la voluntad del que se fue y se quedó, del que se quedó yéndose, y de
nosotros mismos, hay que evaluar si ese aporte es sincero, si es limpio, no
vaya a ser que sea un enemigo encubierto. Pero sin horrores de esos…, sin vivir
en el pánico, yo creo que hay que trabajar porque eso se produzca. Eso lo hizo
China. China ha hecho lo imposible porque todo el talento que se fue y se
formó, y esto incluye las universidades e institutos superiores norteamericanos
regrese o aporte su saber.
Estas cosas han pasado en la historia también, muchos
científicos que andaban por el mundo, los americanos, en un momento dado, y no
solo los americanos, el movimiento progresista mundial, jugó un papel de
aglutinarlos, acercó a científicos que estaban por aquí y por allá en la lucha
antifascista, para crear la bomba atómica, el análisis del átomo. La mayor
parte de los científicos que trabajaron no eran americanos, y la mayor parte de
los grandes productores, de los productores del cine norteamericano, del
Hollywood antifascista, eran europeos. Esa es una experiencia personal que
puedo decir. El primer Hollywood era pura fanfarria, y el segundo Hollywood es
el Hollywood que se nutre de todo el antifascismo.
Es decir, yo creo que tenemos que llegar a aceptar la
circulación de los científicos, y de los humanistas, y de todos…, por el mundo,
porque, entre otras cosas, el mundo no hay quien pueda evitar que sea uno. El
problema que tenemos los revolucionarios y los intelectuales que yo llamaré
lúcidos, es decir, los intelectuales de vanguardia, es luchar porque aceptemos
todos que el mundo hoy día es uno, y que no olvidemos que ningún intelectual,
científico o de las artes, que tiene que ser diverso, y que nuestra gran tarea
en un mundo unificado es luchar porque se conserve la diversidad, porque se
respete la diversidad de las culturas, la diversidad de los caminos de la
investigación.
Hoy día, por ejemplo -bueno, tú eres de Química- hoy día
la química está ligada también a otras ciencias en las cuales los elementos de
la química juegan un papel. Hoy día, por ejemplo, la Medicina tradicional está
siendo re-estudiada. No está muy lejos en mi vida, por ejemplo, lo que mis
padres y mis abuelos, cómo curaban las enfermedades. Teníamos una tradición en
Cuba del uso de las plantas que hoy día está olvidado por completo, y hoy día
hay herbolarios por ahí, Eusebio Leal es uno que cultiva mucho que esto se
desarrolle, pero lo cierto es…
Por ejemplo, en mi casa, de niño, yo recuerdo que había,
y en mi casa actual yo me ocupé que esté, jazmín de cinco hojas, y yo veo que
cuando nosotros tenemos la verja abierta vienen las viejitas del barrio, las
ancianitas, a recoger las hojitas del jazmín porque eso las ayuda sus nervios,
a dormir, etc.,etc., pero no hay un joven al que se le ocurra, no, ese sale
para el hospital a ver al psiquiatra, al psicólogo, a que le den no sé qué
cosa, y a comprar no sé qué medicamento de esos que calma los nervios. Sí, es
así, tenemos que abrirnos a un mundo globalizado, irreductiblemente
globalizado, y entonces desarrollar en nosotros ese otro combate por aceptar la
diversidad en todos los terrenos.
____:yo también soy Profesor de la Facultad de Química, y
mi pregunta ya salta un poco y va vinculada a cómo crear un socialismo nuevo,
porque llevamos 50 años improvisando, como usted dice, y realmente nosotros
notamos que tiene deficiencias, que tiene bastantes problemas. Entonces,
nosotros en particular le invitamos a usted, lo invitamos porque sabemos que es
un visionario, que tiene ideas, que no tiene miedo a este tipo de preguntas, y
yo en particular quiero hacer una pregunta de cómo usted ve que se deba
construir en realidad el socialismo porque, en particular, yo noto que la forma
en que se emplea el obrero en este sistema enajenado en su trabajo, es
prácticamente igual que en un sistema capitalista. En un sistema capitalista
hay un señor capitalista que se apropia del trabajo y le da al obrero, al
trabajador, un salario; aquí lo hace el Estado; el Estado se apropia del trabajo
de ese trabajador y le da un salario. En consecuencia, yo no noto grandes
diferencias, y para mí, construir el socialismo sería entregarle o acercarle la
ganancia del trabajo al trabajador. O sea, un poco cuál es su idea de cómo debe
construirse, porque no sé, me parece…, me parece que es un poco en lo que
debemos pensar para ir planificando un mejor sistema.
AG: yo creo que si estuviéramos en una sociedad en que se
hubiera ya desestatizado y desburocratizado el Estado, es decir, el Estado
fuera desmembrado -yo soy partidario del Estado, pero no de este Estado- yo
creo que el Estado es un instrumento del conjunto de la sociedad en este
período…, bueno, a mí me revienta mucho someterme a aquellos con quienes he
tenido que discutir algunas veces, pero bien, es el período de transición, de
transición a qué, yo no sé, porque yo no sé qué es el comunismo, la verdad. Y
por eso yo me río de los grandes estudiosos de la transición encuba porque yo
creo que es la transición del disparate, es la transición del disparate hacia
una sociedad socialista. Yo el socialismo sí lo veo, lo entiendo, creo., mejor
dicho, que el socialismo es posible. El comunismo alguien me tendrá que
explicar, pero explicar…, bueno, no me toca, me voy a morir antes, los dejo a
ustedes atrás del comunismo, pero, el socialismo, tal vez.
Entonces, lo que tú dices está válido, o lo considero
válido para la situación que tenemos, porque ¿quién decomisa el trabajo del
obrero? La burocracia y el disparate, y lo peor no es que lo use para sí, sino
que lo dilapida por ineficiencia, pero en buena ley el Estado, si fuera el que
pueda que llegue a ser, no explota, no es explotación, no explota al obrero,
toma una parte de la ganancia para redistribuirla en servicios sociales si los
servicios sociales se mantienen y se…, ¿cómo pudiera decir? Y se hacen más
eficientes. De todas maneras, que existan los servicios sociales tales como
existen dependerá de los impuestos en buena parte, si quieres llámale impuesto,
ahora vamos a llamarle impuesto la parte que se impone al cuentapropista, pero
de todas maneras se trata de un aporte social el que después se redistribuye.
Yo creo que tu preocupación es justa y la calificación
que has dado es justa en tanto que se dilapida, porque mientras todo lo
administre una burocracia disparatada e ineficiente, pues es válido lo que
dices, pero no es lo que yo creo que podemos llegar a ser rápidamente si nos
lanzamos de verdad en este proyecto. Y entonces esa óptica tendrá que cambiar.
Este proyecto, lanzado por la cúpula actual y
materializado como programa en las intervenciones de Raúl, -yo aprecio más y
creo que son más claras las intervenciones de Raúl que los Lineamientos,
especialmente la intervención del día 26, ¿no? en la Asamblea. Yo creo que si
esto lo llevamos a cabo de verdad, tendremos otro tipo de Estado, es decir, la
desburocratización y la desestatización dejará al Estado ocupándose de regular
-el aparato estatal que tiene que resultar de las elecciones y del Poder
Popular- lo tendremos para servir de árbitro a través de los aparatos de
justicia formal y jurídicamente fundamentados, no a través de la voluntad de
personas, y será reducido.
Yo no creo que se trate de odiar el Estado en este
período de la historia nuestra ni de rechazar el Estado, se trata de darle la fisonomía
que realmente debía de tener, y no esto, es que el Estado es todo, el bodeguero
de la esquina es el Estado, el bodeguero, ese que te roba un poco de los
productos y te los vende por atrás; y el de la panadería, que se roban la
harina y entonces el pan no sirve para nada, etc., etc. Eso es el Estado, pues
que no sea el Estado, que sean privados, que sean privados y más nada, y que se
ocupe…, ese sí, cuando esté administrando la panadería puedes tener la
seguridad que no hay quien le robe un saco de harina, porque bueno, se tendría
que robar a sí mismo. Entonces, de eso se trata, de destruir este aparataje
descomunal que ha decomisado la sociedad, el problema es que ha decomisado la
sociedad.
___: buenas tardes, mi nombre es Michel, soy Profesor también
de la Facultad de Química…
AG: oye, ¿pero nada más que van a hablar los Profesores?
Que hable el Profesor, pero que hable algún alumno.
Profesor: mi pregunta va encaminada sobre algo que viene
sucediendo y que es que la dirección del país ha pensado, o está en el slogan
ahora, que el futuro va a ser d los jóvenes los que van a dirigir el país, una
cosa lógica, sin embargo, en la actualidad sigue habiendo una brecha bien
grande generacional entre los actuales dirigentes que, en mi opinión casi todos
tienen por encima de 50 años, y los actuales jóvenes que en un futuro son los
que van a dirigir nuestro país, ¿hasta cuándo se va a decir que la dirección
del país va a estar en manos de los jóvenes, si los jóvenes todavía no tenemos
en la mano la dirección y todavía no se vislumbra en la sociedad un dirigente
joven que sea capaz de arrastrar a toda esa masa joven. Desgraciadamente, los
que han surgido en los últimos tiempos, de una forma u otra se han corrompido,
entonces yo digo ¿hasta qué punto la dirección del país debe de confiar en los
jóvenes si de una forma u otra se van a corromper, entonces un poco que está a
la deriva, veo que no se toma la dirección concreta ni se traza un lineamiento,
por decirlo de alguna manera, que es lo otro que está en el boom, en cuanto a
la dirección del país.
Por otra parte, quiero hacer énfasis en lo que usted dijo
en cuanto al Poder Popular. El Poder Popular actualmente necesita más poder y
ser menos popular…
AG. Las dos cosas, las dos cosas…
Profesor: Sí, pero más poder en ese sentido, eso lo veo
con la nueva creación de la provincia Artemisa, por ejemplo, que veo
actualmente, no llega a tres meses, y lo cuentapropistas hacen y deshacen lo
que ellos quieren y ni el Poder Popular ni el Partido toma acciones para beneficiar
al pueblo. Entonces, ¿hasta qué punto es el Poder Popular, tenemos al Partido
que representa a ese pueblo, qué hace por ese pueblo y le da una respuesta al
pueblo?
AG: yo quisiera decirte que de lo último que hablaste no
sé ni papa, qué te puedo decir yo de las nuevas provincias ni nada de eso. No
sé, no sé, libérame de esa respuesta porque es un problema muy puntual y no sé
nada de eso. Es decir, sé que hay abuso por todas partes, y creo que cuando ha
habido tanto abuso siempre y tanta arbitrariedad, pues sigue un poco y habrá
que irla ajustando. De todas maneras, yo creo que ninguna de esas cosas que
pueden estar pasando deben llevarnos a condenar el cuentapropismo, bueno, la
palabra cuentapropista es ya una palabra extrañita ella que induce a no tener
mucha simpatía. En España le llaman -a mí me gusta mucho más la palabra-
autónomos, y es verdad que son autónomos, es decir, que trabajan por cuenta
propia pero también corren riesgos por cuenta propia, y eso hay que respetarlo,
y yo creo que es conveniente, en defensa de esta modalidad, recordar que -lo he
hecho en otras ocasiones, pero hace tiempo que no uso el argumento- que en el
estudio de Carlos Marx, que es de los estudios de Carlos Marx y no de los que
están después hechos en el segundo tomo de “El capital” a partir de sus notas,
es directamente y revisado por él, los estudios de los modos de producción pre
capitalistas está el artesanato, y el artesanato no es más que esto, porque los
artesanos no son solo los que hacen muñequitas de trapo, ¿eh?, esos son menos
artesanos. Un buen panadero es un artesano, un buen dulcero es un artesano, y
la diferencia competitiva entre dos artesanos es de ese tipo.
En un mismo barrio o en una misma cuadra, o a dos
cuadras, es la calidad y, además, el gusto del cliente que le gusta más este
sabor de un chef de cocina en un pequeño restaurant en una cuadra que el de la
otra cuadra, o la especialidad del otro. Todos esos son artesanos. Y no solo
Marx reconocía que esa era la forma de producción pre capitalista, no es el
capitalismo, el capitalismo llega con la producción en serie y la conversión
por lo tanto de la mercancía en un fetiche con una valoración
sobredimensionada, y entonces la justificación de la producción por el bien que
va a producir, que es verdad que lo produce, pero se olvida entonces que se
roba el trabajo del productor que, además, ya es un trabajo sin personalidad.
Por eso, yo hablo que estamos desencadenando la creatividad, porque un chef de
cocina que trabaja mejor que otro chef de cocina a tres cuadras, por la
competencia a ganar los clientes, es un creador, es un creador. Bueno, un gran
pintor es un creador, pero un chef de cocina es un creador; y un ebanista que
trabaja mejor la madera que otro, es un creador, etc., etc.
Pero es un principio marxista, lo que era la negación del
marxismo era perseguir la creación individual, y resulta que el chef de cocina
era casi un delincuente; y el pintor, que gana muchísimo más probablemente si
se ha logrado imponer, ese no es un delincuente. No, no, no, tenemos que pensar
más y poner las cosas en su lugar.
Tú hablas de las generaciones, bueno, figúrate, yo soy de
la primera generación, así que vete al demonio (risas). Pero yo creo que ha
sido bueno -puedo equivocarme, pero yo te voy a dar una opinión- yo creo que ha
sido bueno, afortunado para la historia de Cuba, que los restos -ya somos
restos, somos sobrevivientes- que los sobrevivientes de la primera generación
-yo tomo las responsabilidades que no tengo, porque no tengo ningún cargo
ahora, ni lo quiero- que sean sobrevivientes de la primera generación los que
estén proponiendo esta transformación de la sociedad.
Yo creo que ha sido bueno -tiene sus partes negativas-
pero que ha sido bueno que esta colección de señores ancianos -tú has sido muy
bueno diciendo 60 años, todos estamos por encima delos 70, y algunos por encima
de los 80- haya tomado esta iniciativa. Sería terrible que esta generación no
lo hubiera hecho, sería terrible para nosotros, para la historia. Pero yo creo
que ha llegado otra vez el momento -yo dije que se perdió una oportunidad- yo
creo que ha llegado el momento y que son ustedes…, yo creo que a partir del
Congreso del Partido que es dentro de 15 días, o 20 días, y de la Conferencia,
que es ¿cuando?, en octubre ¿no?, pero ¿está marcada para octubre? ¿no te
acuerdas?, y de la Conferencia que yo creo que está marcada para octubre,
empezarán a producirse los cambios en esa dirección. Yo creo que es
imprescindible, además, sería una locura no hacerlo, porque es que nos vamos a
morir…, vamos a ir cayendo como… no sé, no quiero hacer comparaciones feas,
pero vamos a ir cayendo sin parar en los próximos años. ¿qué puede durar quien
tiene 80 años? Diez más si acaso, cinco años, además, algunos de nuestra
generación, no se dice públicamente porque…, están ya fuera de circulación
mental.(risas)
Entonces, no sé, empecé por decirte vete al demonio
porque imagínate, estoy de por medio, pero yo creo que ha llegado el momento, y
que tiene que llegar el momento ineludiblemente, ineludiblemente, ya lo marca
la biología.
____.bueno, buenas tardes, mi nombre es Jorge González
Arocha, soy Profesor adiestrado de la Facultad de Filosofía, Historia,
Sociología. Yo lo he escuchado en otras conferencias, en otros espacios, que
usted ha hecho referencia a…, por lo general, al tema de la libertad,
específicamente a un pensador francés, a Jean Paul Sartre, el tema de la
libertad en Sartre. Para nosotros aquí en la Facultad el existencialismo
francés, el tema de la libertad, es un tema fascinante, sobre todo por los
momentos en que estamos viviendo ¿no?, a estudiar ese pensamiento y tratar de
develar dentro del pensamiento existencialista francés, y bueno, de manera
general, todo ese ambiente cultural de los 60, desentrañar claves que nos
ayuden a entender la realidad actual.
Escuchándolo recordaba unas palabras de usted, en Aula
Magna, creo que fue en el 2005, en coloquio por el centenario del nacimiento
de4 Sartre, en la usted hacía referencia a una entrevista que había concedido
Sartre durante el mayo francés, en la que él esboza la definición de la
libertad del intelectual, o sea, él lo lleva al ámbito específico del
intelectual, pero el intelectual, pero el intelectual como aquel sujeto que
está inmerso entre dos aguas, entre las aguas del compromiso, pero las aguas de
la crítica, entre el compromiso y la crítica, o sea, no se puede ver como
aquella persona comprometida absolutamente con un sistema o con un grupo de
normas y reglas sociales o políticas, o solamente como un personaje
ultracrítico de su realidad.
Mi pregunta va dirigida precisamente a eso, a la crítica
y al compromiso, pero sobre todo en el aspecto de la crítica en la Cuba actual
y visto desde la juventud de nosotros los jóvenes, sobre todo, teniendo en
cuenta los cambios, perdón, no me gusta llamarle cambios, me gusta más hablar
de movimiento porque hablar de cambio implica un nivel de conciencia a nivel de
la sociedad civil, que no me parece que todavía en Cuba esté…, o sea, no me
parece que lo hay en Cuba actualmente, me parece más bien que son movimientos
económicos y tímidamente políticos
Teniendo en cuenta esto quisiera, según su opinión, hasta
qué punto en la Cuba actual y desde la juventud se puede ejercer un derecho a
la crítica, teniendo en cuenta también que enfrente de nosotros tenemos una
burocracia, como ya se ha hablado aquí; tenemos un diseño del sistema que
actualmente incentiva la….-el término es un poco duro, pero bueno- la
estupidización de la juventud, la estupidización de la sociedad, que auspicia
la banalidad, no me parece que tenga que poner ejemplos de telenovelas, ya
usted hablaba de telenovelas en la conferencia, no sé, dentro del arte, en
todos los aspectos. O sea, hay una serie de condiciones que de alguna manera
están condicionando la falta de crítica pero, al mismo tiempo, la crítica que
hay está condicionando que no se escuche, entonces, me gustaría escuchar su
opinión al respecto, o sea: el tema de la crítica, el tema de la juventud y qué
podemos hacer nosotros los jóvenes para romper ese círculo de contradicciones
en el que estamos inmersos.
AG: mira, yo soy alguien que ha dicho más de una vez que
jamás seré el que recomiende contenerse, pero claro, me sale muy cómodo porque
me he pasado la vida enfrentando todo lo humano y lo divino, no me he callado
nunca, pero tengo una situación privilegiada porque estoy desde el primer día
en el combate, no hay desfallecimiento jamás, y entonces es muy difícil
golpearme a fondo. También diré con toda franqueza que creo que Fidel se
encargó de cuidarme, porque he tenido, salvo en un caso, me he pasado los
primeros 50 años de enfrentamiento con las direcciones ideológicas del Partido,
y salvo en una ocasión, en las discusiones de los Congresos, me he enfrentado a
las tesis a fondo, porque he sido siempre muy disciplinado y lo he hecho como
he debido de hacerlo, internamente, y solo ahora en los libros míos, ya ha
pasado el tiempo, he ido publicando las tesis que sostuve y que defendí, y que
bueno, no vayas a creer que no he sido golpeado, he sido golpeado, pero no
knock out, entonces, decirte a ti lo que tengo ganas de decirte: cojines y más
cojines, hay que jugársela.
Ahora, si eres un estudiante y estás pensando en el
intelectual, en la crítica y en el compromiso, hay que jugársela desde la
inteligencia y no desde la torpeza, hay que saber jugársela. No hay que
jugársela para ser derrotado. Esto es como el ajedrez, tienes que saber cuándo
y cómo está tu jugada y tu participación.
Tú partiste recordando mi conferencia inaugural del
coloquio sobre Sartre, del Aula Magna, hace no sé cuántos años. Pero, ¿sabes?
Hay alguien que me interesa más, Gramsci, estudia a Gramsci y estudia mucho a
Gramsci, y vas a encontrar -recuerda, además, que muchas de estas reflexiones
fueron hechas desde la cárcel- su reflexión sobre el intelectual orgánico. Hay
que estar tan inmerso, tan intrincadamente metido en la sociedad en el curso de
la historia, en la lucha política del momento, como para librar la batalla por
el derecho a la crítica -que es un derecho-, para ejercerlo para la eficacia.
Si la crítica la hicieses -estoy hablando con él más que con ustedes, pero yo
creo que es aplicable a todos- si la crítica la hicieses solo para darte gusto
o para destacarte, es una tontera y no merece respeto. Pero si la crítica la
haces desde el corazón de la sociedad y para mejorarla, yo creo que nadie te va
a poder golpear, y cada vez menos.
Cuando yo hablo de la desaparición progresiva, no va a
pasar en un día, pero mientras más luchemos más rápido será, del aparato
burocrático estatal, no solo de que el Estado esté en todas partes, sino
especialmente aparato burocrático estatal, se acercará más ese momento, pero,
¿sabes una cosa? Voy a decir algo que tal vez a alguien no le guste del todo,
tiene que desaparecer también el aparato burocrático partidario. Por ejemplo,
yo no voy a hablar del Partido porque es mejor esperar al Congreso y la
Conferencia, etc., cosas que van a pasar en los próximos meses. Hay que
desburocratizarlo todo.
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