martes, 20 de mayo de 2014

Los seguidores del movimiento Ocupa Wall Street quieren reocupar el mundo


Los activistas del movimiento anticorrupción WaveOfAction lanzaron una campaña de 3 meses en cientos de lugares donde triunfó Ocupa Wall Street para iniciar su propia '#GlobalSpring' (Primavera Mundial) de la reforma social, económica y política.

La campaña de la colaboración masiva de #WaveOfAction (Ola De Acción) —protestas a nivel global contra la corrupción y en favor de reformas sociales y económicas con motivo del aniversario de la muerte de Martin Luther King— ha comenzado oficialmente este viernes y se espera que concluya el 4 de julio. 
"El 4 de abril, se lanzarán eventos en cientos de lugares que fueron tomados por Ocupa (OWS) a nivel mundial. Vamos a honrar el legado de la acción no violenta del Dr. Martin Luther King y pasar el día conectando con los aliados y elaborando estrategias de los planes de actuación de primavera", reza el comunicado.
Los organizadores esperan volver a ocupar todas las 951 ciudades en los 82 países, donde estuvo presente el movimiento Occupy. La ciudad de Nueva York, el epicentro del original movimiento Ocupa Wall Street, junto con Londres, Sídney, Ámsterdam, Sevilla, Ontario, Johannesburgo, Bruselas y Los Ángeles son solo algunos de los lugares programados para participar en la campaña mundial.
Además, los organizadores esperan aumentar el número de locales, alcanzando 1.518 en todo el mundo.
En el marco de la campaña se empleará una serie de tácticas no violentas "de las movilizaciones a gran escala a los pequeños actos cotidianos", como las reuniones de masas, 'flash mobs', sentadas, huelgas, incumplimientos estratégicos, huelgas de deuda, prevenciones de ejecución hipotecaria, boicots, operaciones de Anonymous, como otras formas de desobediencia civil en línea, entre otras.
Actualmente, la campaña se promociona en Twitter con los 'hashtags': #WaveOfAction #GlobalSpring #ReOccupy #BeTheChange.
Cabe mencionar que este viernes en Bruselas (Bélgica) la Policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes en una movilización sindical. Alrededor de 15.000 personas, según los informes, salieron a las calles en una marcha contra la austeridad y el desempleo.
Aunque los activistas de Occupy han visto la manifestación y la posterior represión policial como parte de su día de acción global, los representantes sindicales desmintieron cualquier relación con el movimiento.
Sin embargo, la situación en muchos países europeos es tan crítica que sindicalistas y deferentes activistas comparten ahora la necesidad de cambiar las políticas que llevan a la pobreza de la población. Así lo explicó a RT el presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, Ignacio Fernández Toxo: "La situación de Grecia, por ejemplo, es una situación dramática con un empobrecimiento de la mayoría de la población. Y estamos reclamando de los candidatos y de los partidos políticos que concurran a las elecciones, otra forma de hacer política, otra forma de integrar las preocupaciones de las personas y de los pueblo".
Además, el sindicalista cree que  las elecciones podrían representar una barrera de la xenofobia que amenaza con arruinar la propia idea de Europa.


EE.UU.: La condena a una activista de Ocupa Wall Street causa indignación


Cecily McMillan, activista del movimiento Ocupa Wall Street (OWS), fue detenida en marzo de 2012 en el parque neoyorquino Zuccotti tras golpear a un policía. El altercado —según ella explicó— fue el resultado de una reacción instintiva y en defensa propia luego de que el agente del orden le agarrara un pecho provocándole hematomas y varias marcas de agresiones en su cuerpo. No obstante, McMillan ha sido declarada culpable de asalto en segundo grado.
El caso de la activista ha tenido una importante resonancia en las redes sociales, donde insisten en que quien debería enfrentar un juicio es precisamente el oficial en cuestión por el excesivo uso de la fuerza. Así, miles de personas rechazan el veredicto de la justicia estadounidense, ya que consideran que el delito de McMillan fue atreverse a resistir de manera pacífica las acciones represivas de las fuerzas policiales.
Cabe recordar que en marzo de 2012 miles de activistas protestaban en EE.UU. contra la desigualdad entre ricos y pobres. En aquellas manifestaciones las fuerzas del orden detuvieron a más de 2.600 personas no sin que los expertos en derecho lamentaran la represión policial que, mantienen, violaba las normas internacionales de derechos humanos.
Algunos analistas consideran que el caso de McMillan, uno de los últimos procesos pendientes del movimiento Ocupa Wall Street, deja nuevamente de manifiesto la doble moral del país, puesto que EE.UU. juzga a quienes alzan sus voces para desenmascarar las actividades como las de el mundo financiero de Wall Street.

Un grupo de simpatizantes de McMillan, en el marco de una campaña de apoyo, dijo que entregó antes de la sentencia más de 700 cartas al juez Ronald Zweibel para solicitar clemencia, mientras que una petición en línea que solicitaba la libertad de la joven recogió más de 167.000 firmas. Por su parte, la activista ha agradecido el apoyo de miles de personas y ha insistido en que no se convertirá en una mártir de la política.

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