Los
activistas del movimiento anticorrupción WaveOfAction lanzaron una campaña de 3
meses en cientos de lugares donde triunfó Ocupa Wall Street para iniciar su
propia '#GlobalSpring' (Primavera Mundial) de la reforma social, económica y
política.
La
campaña de la colaboración masiva de #WaveOfAction (Ola De Acción) —protestas a
nivel global contra la corrupción y en favor de reformas sociales y económicas
con motivo del aniversario de la muerte de Martin Luther King— ha comenzado
oficialmente este viernes y se espera que concluya el 4 de julio.
"El
4 de abril, se lanzarán eventos en cientos de lugares que fueron tomados por
Ocupa (OWS) a nivel mundial. Vamos a honrar el legado de la acción no violenta
del Dr. Martin Luther King y pasar el día conectando con los aliados y
elaborando estrategias de los planes de actuación de primavera", reza el comunicado.
Los
organizadores esperan volver a ocupar todas las 951 ciudades en los 82 países,
donde estuvo presente el movimiento Occupy. La ciudad de Nueva York, el
epicentro del original movimiento Ocupa Wall Street, junto
con Londres, Sídney, Ámsterdam, Sevilla, Ontario, Johannesburgo, Bruselas y Los
Ángeles son solo algunos de los lugares programados para participar en la campaña
mundial.
Además,
los organizadores esperan aumentar el número de locales, alcanzando 1.518 en
todo el mundo.
En
el marco de la campaña se empleará una serie de tácticas no violentas "de
las movilizaciones a gran escala a los pequeños actos cotidianos", como
las reuniones de masas, 'flash mobs', sentadas, huelgas, incumplimientos estratégicos,
huelgas de deuda, prevenciones de ejecución hipotecaria, boicots, operaciones
de Anonymous, como otras
formas de desobediencia civil en línea, entre otras.
Actualmente,
la campaña se promociona en Twitter
con los 'hashtags': #WaveOfAction #GlobalSpring #ReOccupy #BeTheChange.
Cabe
mencionar que este viernes en Bruselas (Bélgica) la Policía utilizó
gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes en una
movilización sindical. Alrededor de 15.000 personas, según los informes,
salieron a las calles en una marcha contra la austeridad y el desempleo.
Aunque
los activistas de Occupy han visto la manifestación
y la posterior represión policial como parte de su día de acción global, los
representantes sindicales desmintieron cualquier relación con el movimiento.
Sin
embargo, la situación en muchos países europeos es tan crítica que
sindicalistas y deferentes activistas comparten ahora la necesidad de cambiar
las políticas que llevan a la pobreza de la población. Así lo explicó a RT el presidente
de la Confederación Europea de Sindicatos, Ignacio Fernández Toxo: "La
situación de Grecia,
por ejemplo, es una situación dramática con un empobrecimiento de la mayoría de
la población. Y estamos reclamando de los candidatos y de los partidos políticos
que concurran a las elecciones, otra forma de hacer política, otra forma de
integrar las preocupaciones de las personas y de los pueblo".
Además,
el sindicalista cree que las elecciones podrían representar una barrera
de la xenofobia que amenaza con arruinar la propia idea de Europa.
EE.UU.: La condena a una activista de Ocupa Wall
Street causa indignación
Cecily
McMillan, activista del movimiento Ocupa Wall
Street (OWS), fue detenida en marzo de 2012 en el parque neoyorquino
Zuccotti tras golpear a un policía. El altercado —según ella explicó— fue el
resultado de una reacción instintiva y en defensa propia luego de que el agente
del orden le agarrara un pecho provocándole hematomas y varias marcas de
agresiones en su cuerpo. No obstante, McMillan ha sido declarada culpable de
asalto en segundo grado.
El caso de la activista ha
tenido una importante resonancia en las redes sociales, donde insisten en que
quien debería enfrentar un juicio es precisamente el oficial en cuestión por el
excesivo uso de la fuerza. Así, miles de personas rechazan el veredicto de la
justicia estadounidense, ya que consideran que el delito de McMillan fue
atreverse a resistir de manera pacífica las acciones
represivas de las fuerzas policiales.
Cabe recordar que en marzo de
2012 miles de activistas protestaban en EE.UU. contra la desigualdad entre
ricos y pobres. En aquellas manifestaciones las fuerzas del orden detuvieron a
más de 2.600 personas no sin que los expertos en derecho lamentaran la represión
policial que, mantienen, violaba las normas internacionales de derechos
humanos.
Algunos analistas consideran que
el caso de McMillan, uno de los últimos procesos pendientes del movimiento
Ocupa Wall Street, deja nuevamente de manifiesto la doble moral del país,
puesto que EE.UU. juzga a quienes alzan sus voces para desenmascarar las
actividades como las de el mundo financiero de Wall Street.
Un grupo de simpatizantes de
McMillan, en el marco de una campaña de apoyo, dijo que entregó antes de la
sentencia más de 700 cartas al juez Ronald Zweibel para solicitar clemencia,
mientras que una petición en línea que solicitaba la libertad de la joven
recogió más de 167.000 firmas. Por su parte, la activista ha agradecido el
apoyo de miles de personas y ha insistido en que no se convertirá en una mártir
de la política.
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